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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

"Los 'mehanis' tiraban de ellos para que no saltaran"

Vecinos de Uad Dauiat relatan que agentes marroquíes intentaron que los inmigrantes no pasen a España

Desde Uad Dauiat, en el lado marroquí, sólo se ve la valla, los guardias civiles que la vigilan y, detrás de ellos, la finca Berrocal. Esta población fronteriza era en origen una cortijada similar a la española que con el tiempo ganó en tamaño. Algunos de sus 200 habitantes reconocen sin tapujos que viven del contrabando.

A Mustafa Afot, uno de los residentes, le despertaron siete disparos a la 1.00 de la madrugada del jueves (las 3.00 en España). "No eran pelotas de goma, sino balas de una pistola o un fusil porque aquí es muy normal que disparen al aire cuando alguien intenta saltar y sabemos distinguir los dos sonidos", explica. Cinco minutos después, Mustafa estaba junto a la valla con otros hombres del pueblo. "Allí nos encontramos con un montón de inmigrantes saltando unos encima de otros. Muchos no utilizaban las escaleras sino que escalaban con sus propias manos los alambres de espino", asegura.

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"Hubo más o menos 100 que lo lograron y salieron corriendo hacia el polígono industrial del Tarajal", continúa. "Los guardias civiles que venían por ahí se los encontraron de frente y trataron de impedirlo a golpes, pero muchos consiguieron escaparse y a otros los devolvieron a Marruecos por una puerta que hay más abajo". "Los 300 o 400 que no pudieron saltar a España se fueron corriendo monte arriba". "Allí sólo quedaron los heridos, que gritaban pidiendo ayuda a los mehanis

[fuerzas auxiliares marroquíes], y dos muertos, uno de los cuales se quedó enganchado en la valla", señala.

"Los guardias civiles dispararon pelotas de goma y lanzaron botes de humo. El viento se lo llevó hacia el pueblo así que hubo algunos niños y personas mayores que se marearon al respirarlo", prosigue Mustafa. "Los mehanis corrieron hasta la valla detrás de los inmigrantes. Tiraban de ellos hacia abajo para tratar de impedir que saltaran y les daban culatazos y bastonazos, pero no sirvió de mucho".

"No entiendo cómo la Guardia Civil no pudo verlos", explica Rachid el Feti. "Cuando empezaron a saltar, sólo había un guardia y los refuerzos tardaron unos cinco minutos en llegar". Hassan, otro joven del pueblo, fotografió la avalancha con su teléfono móvil. Muestra indignado una imagen en la que se distinguen dos cuerpos colgados de la valla. "A estos los mataron sólo por tener hambre".

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