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Reportaje:'CASO CAMAS'

"Nosotros llevaremos el control y ellos nos van a apoyar"

El denunciante del caso grabó una reunión que mantuvo con Pavón, Fraile, Del Castillo y Gaviño para negociar el soborno

El intento de soborno a la concejal del Ayuntamiento de Camas (Sevilla) Carmen Lobo, ex de IU, tuvo un momento clave: una reunión a la que acudieron Francisco Gordo, un amigo de la edil; el alcalde de Camas, Agustín Pavón (ex de IU); los concejales Antonio Enrique Fraile (ex del PP) y José del Castillo (ex del PA) y el empresario Eusebio Gaviño. Gordo, enemigo de Pavón, llevó un micrófono oculto a la cita y grabó todo lo ocurrido en formato digital. En la conversación, Gordo intenta tirar de la lengua a los tres políticos para provocar una autoinculpación y repite numerosas veces que él sólo está en la reunión "por dinero". Pavón, Fraile y Del Castillo evitan hablar de este tema y es el empresario Gaviño quien entra de lleno en el dinero.

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Esta grabación, que dura una hora y 43 minutos y a la que ha tenido acceso este diario, consta en la investigación policial y ha sido clave para relacionar a Pavón con el caso. La conversación fue grabada el pasado 18 de agosto en la casa de Gaviño en Bormujos. En la reunión, Pavón, Fraile y Del Castillo intentan negociar con Gordo un acuerdo para que Lobo apoye varios proyectos del gobierno municipal, formado entonces por IU, PP y PA.

En los primeros minutos del encuentro están Gaviño, Gordo y Fraile. Media hora después se incorporan Pavón y Del Castillo. La voz cantante de la reunión la lleva Gordo, quien abruma a sus interlocutores con dos mensajes. Primero, que tras la salida de Lobo del equipo de gobierno nadie se ha preocupado por ella. "Vosotros os habéis portado fatal con Mari Carmen y resulta que ahora ella tiene la sartén por el mango. Ella está cabreada, pero va a hacer lo que yo un poco le aconseje", dice Gordo, quien reconoce su resentimiento con Pavón e, incluso, le insulta.

Y segundo, que lo único que a él le interesa es el beneficio económico que puede sacar de la operación, todo con el fin de que constase en la grabación la confesión de sus interlocutores. "Vosotros me decís, ¿cuánto hay, cómo se hace?", afirma Gordo. Una voz de fondo murmura: "A nosotros nos preocupa..." Y Gordo replica: "Vosotros lo que queréis es comprar el voto de Mari Carmen, no me comáis el coco. Yo me he sentado con vosotros porque necesitáis el voto de Mari Carmen para sacar adelante un proyecto que va a generar unos beneficios. Yo quiero saber de esos beneficios cuánto me llevo yo. Fijaos si es sencillo".

Ante estos comentarios de Gordo, el alcalde de Camas asegura: "Aquí no se trata de comprar nada". Y Gordo le responde: "Mari Carmen no va a votar por amor al arte. Mari Carmen a ti no te va a escuchar, no te va ni a coger el teléfono, os tiene asco".

Los políticos eluden hablar de dinero. Insisten en que ese tema lo tienen que hablar entre los empresarios. Después de muchos tiras y aflojas y discusiones sobre el enfrentamiento entre Lobo y Pavón, los concejales insisten en que ellos lo que quieren es el voto de Lobo y que el dinero es una cuestión que Gordo debe abordar con los empresarios.

No obstante, Fraile hace un inciso y le dice a Gordo. "Llevo 25 años en política. Nunca en mi vida pensé que iba a entrar en política para enriquecerme. Nunca. En política nada más que he estado para servir. Independientemente, y lo he dicho en plenos cuando estaba en Olivares, soy empresario también. Lo que nunca voy a hacer es perjudicar a la sociedad para beneficiarme yo. Ahora, yo soy un empresario y me dedico a ganar dinero, como tú, como Eusebio, como todo el mundo".

Tras una hora y 10 minutos, Gordo exige una rectificación del gobierno con Lobo como paso previo para llegar a un acuerdo. "Si aquí no se rectifica, Mari Carmen no vota en el pleno", afirma. En un momento tilda de "torpe" a Pavón por haber criticado públicamente a Lobo. "¡Cállate!", le ordena. A continuación, varias opiniones coinciden en la necesidad de que se produzca la rectificación.

La parte económica de la conversación, al final de la reunión, es casi un diálogo entre Gaviño y Gordo, con los concejales presentes, pero en un papel secundario. "Las próximas reuniones me gustaría que fueran menos tensas", afirma el empresario.

Gaviño se dirige a Gordo y va definitivamente al grano: "En lo del dinero deja al margen a ellos [por los concejales y el alcalde]. Ellos no tienen nada que ver con la historia. Nosotros vamos a llevar el control con los empresarios y ellos [por Pavón, Fraile y Del Castillo] nos van a apoyar en todo. Si no hay dinero..."

Gordo interrumpe: "Entonces no estamos hablando de nada".

Gaviño: "Eso va a estar depositado cada vez que vayas a pleno. En bolsas va a estar esto... Si no lo hay... pues mira (...) Te está hablando Eusebio Gaviño delante de ellos. Y si ellos no dan la cara por nosotros, con una vez que levantemos la mano... Paco, vámonos (...) Pero el responsable, el que va a gestionar lo de los dineros, ustedes mirar para otro lado

[dirigiéndose a los políticos], somos nosotros. Al pueblo no se le va a tocar para nada, todo lo contrario. Al pueblo se le va a beneficiar para quitar el bloqueo que hay en Camas".

Gordo: "Por mí como si lo queréis vender, a mí me da exactamente igual".

Gaviño: "¡No te encierres en el puto dinero!".

Gordo: "Yo estoy aquí por el dinero, nada más".

Gaviño: "Que te puedas dar la satisfacción el día de mañana de decirle a cuatro, '¡que sí, que me lo llevé, pero que también desbloqueé el tema de Camas".

Gordo: "Que yo no tengo que decir, ni dejar de decir".

Gaviño: "Pues que te lo digas a tí mismo".

Gordo: "Por mí como si queréis vender el Carambolo

[yacimiento tartésico situado en Camas]. Me da igual".

Se producen varias intervenciones inaudibles y Gaviño corta tajante, de nuevo dirigiéndose a Gordo: "Para que lo sepas, que el control empresarial en Camas lo vamos a llevar nosotros y ellos nos van a apoyar en todo. ¿Está claro o no está claro?".

Gordo: "Está claro".

Gaviño: "Pues ahora nos vamos a reunir Mari Carmen, tú y yo. Y vamos a..."

Gordo: "Ya verás tú, a mí me parece que a Mari Carmen es una tontería meterla".

Gaviño: "Lo que tú digas".

En la parte final de la conversación, Castillo recalca que Lobo tiene que estar convencida "de lo que va a hacer, porque es un pacto importante y duro". Gordo dice a sus interlocutores que Lobo tiene que conocer de primera mano los proyectos que lleven a pleno "para que los vaya rumiando".

Gordo vuelve a poner condiciones sobre el dinero: "No voy a mendigar, no me fío de nadie. Punto tal que se va a aprobar, el dinero antes, depositado en tal sitio".

Gaviño: "Eso es, depositado como está hablado".

Gordo: "El dinero al contado".

Gaviño: "Eso te lo he comentado ya, eso está en marcha. Aquí de lo que se trata es que si Carmen está convencida (...) Antes tiene que decir 'estoy conforme'. Y ahora, antes de un pleno vendrán tres o cuatro proyectos, o uno o dos... esto va a entrar. Pues éste se va a coger tanto por esto. El próximo pleno exactamente igual y ya empezamos a trabajar y conocernos".

Gordo: "Me da igual conocer a las personas, yo apareciendo el dinero... yo soy un empresario".

La prueba estaba conseguida. Cuatro semanas después, los políticos y Gaviño eran detenidos.

La grabación puede ser oída en EL PAIS.es

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