Ankara amenaza con dar un plantón a la negociación

El Gobierno de Ankara amenaza con dar un plantón a la Unión Europea el próximo lunes, fecha prevista para el inicio de las negociaciones de adhesión, si los Veinticinco insisten en imponerle nuevas condiciones. "Tomaremos nuestra decisión final cuando el marco de negociaciones haya quedado definitivamente aclarado y lo hayamos evaluado", aseguró ayer, visiblemente irritado, el portavoz del Ministerio de Exteriores turco, Namik Tan. "Cualquier fórmula que no sea la plena adhesión de Turquía será rechazada", advirtió. "Somos conscientes de que las negociaciones serán largas y estarán plagadas de obstáculos, pero cualquier opción que se nos presente que no desemboque en la adhesión será inaceptable".

Oficialmente, el Gobierno de Ankara espera a conocer hoy el marco negociador final que aún debe ser fijado por la UE. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró ayer desde Arabia Saudí que la decisión sobre el marco negociador "será la más importante". Para el islamista moderado Erdogan, el reconocimiento explícito del genocidio armenio por parte de Turquía "no influirá" necesariamente en el proceso de las negociaciones.

El optimismo formal del primer ministro contrasta con el abierto pesimismo del Ministerio de Exteriores y de la representación turca en Bruselas. El jefe de la diplomacia de Ankara, Abdulá Gül, aún no ha fijado el programa de su viaje a Luxemburgo el próximo lunes. "El avión del ministro de Exteriores estará listo para partir en el aeropuerto, pero no subirá a bordo hasta que la situación no se haya aclarado del todo", declaró ayer en Ankara un alto diplomático turco a la agencia France Presse.

La delegación turca ante la Unión Europea consideró que la votación de ayer se había producido en "un mal día para la historia del Parlamento Europeo", según las declaraciones a la agencia de noticias turca Anatolia del jefe de la misión, Murat Mercan, en Estrasburgo. "Es inquietante que se haya incluido el asunto de los armenios", reconoció.

Además de poner en entredicho la extensión del Acuerdo de Unión Aduanera de Turquía con la UE a Chipre, que en ningún caso implica un reconocimiento del Gobierno de Nicosia grecochipriota, la Eurocámara ha echado un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de Turquía a la adhesión al desempolvar el genocidio de los armenios en la etapa final del Imperio Otomano. Los intentos de celebrar esta semana un debate entre historiadores sobre esta cuestión en una universidad de Estambul se han estrellado con las protestas de grupos ultranacionalistas turcos.

Turquía ha reformado sus leyes, pero aún no aplica los criterios democráticos de la UE. El comisario para la Ampliación, Olli Rhen, puso ayer el dedo en la llaga al recordar ante los eurodiputados que el escritor turco Orham Pamuk se enfrenta a una condena de tres años de cárcel en Estambul por el sólo hecho de reclamar que se haga la luz sobre el genocidio armenio: una de las páginas más oscuras del pasado de su país.