La supresión del impuesto anunciada por Camps está parcialmente en vigor

La supresión del impuesto de donaciones de padres a hijos, y viceversa, que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, anunció el martes en su discurso en el debate de política general en las Cortes Valencianas está parcialmente en vigor desde el año 2002. La Ley de Acompañamiento de ese año aprobada por el Consell ya reguló la reducción de hasta el 95% del impuesto por donaciones inter vivos de empresas familiares.

Fue el primer anuncio que Camps hizo en su discurso ante la Cámara: "Mi Gobierno va a suprimir el impuesto de donaciones de padres a hijos y de hijos a padres", dijo, "al mismo ritmo que lo estamos haciendo con el impuesto de sucesiones". El presidente explicó que la medida defiende "los vínculos de cohesión y solidaridad familiar", la "continuidad de miles de empresas familiares y explotaciones agrarias" y "el ahorro dentro de la unidad familiar". Con ella, añadió Camps, las familias verán recompensados sus esfuerzos por "la conservación del patrimonio en el núcleo familiar", pues se "facilita la ayuda de los padres a los hijos en la compra de la vivienda". En definitiva, según Camps, facilita "la transmisión generacional de empresas familiares" y garantiza "la permanencia de miles de pymes", y es "un compromiso por el sector agrario, porque permitirá que las explotaciones agrarias pasen de manos de padres a hijos sin injustas penalizaciones ni para la familia ni para el campo valenciano".

La Ley de Acompañamiento de diciembre de 2002 ya reguló la reducción del impuesto por donaciones inter vivos, según denunció ayer la diputada socialista Cristina Moreno. "En los casos de transmisión en favor del cónyuge, descendientes o adoptados de una empresa individual de un negocio profesional o de participaciones en entidades del donante (...) se aplicará a la base imponible una reducción del 95%", señalaba aquella disposición, que hacía referencia a la Ley del Impuesto sobre el Patrimonio de 1991, aprobada por el Consell socialista, que ya incluía exenciones en las donaciones inter vivos de explotaciones agrarias.

Así, única la novedad de la medida que anunció Camps sería la que "facilita la ayuda de los padres a los hijos en la compra de la vivienda, al inicio de la carrera profesional, o bien de los hijos a los padres cuando éstos lo requieran, al no tributar estas transacciones dinerarias o patrimoniales".

Cristina Moreno, que intervino ayer en el debate de una propuesta de resolución del PP, rechazó que la medida "estrella" anunciada por Camps sea "novedosa". Según explicó, el "innombrable", en referencia al ex presidente Eduardo Zaplana -aunque en realidad en diciembre de 2002 el presidente era José Luis Olivas-, ya la hizo hace años para empresas y minusválidos. Moreno calificó de "mentira" que esta medida beneficie a los más desfavorecidos, ya que se va a eliminar "a las grandes fortunas" el impuesto por el dinero que den directamente los padres a los hijos. La parlamentaria del PSPV dijo que Camps había hecho, "medio engañado", un anuncio "triunfal" que no es tal, y criticó que no se haya fijado "ningún control" para esa supresión, que los socialistas apoyarían si se pusiera "un tope bajo" y sirviera para que los padres ayuden a sus hijos a comprar viviendas. Otra cosa, advirtió, es que "el dinero que el suegro del señor Zaplana dicen que le dio para comprarse un piso en Madrid no cotice".

Un experto fiscal explicó que las transmisiones de empresas familiares no cotizan si se demuestra que constituyen el sustento de la familia. Otra cosa, señalaron, es el caso de las empresas patrimoniales de las grandes fortunas, que con la medida anunciada por Camps, si no se introduce ningún tope corrector, también estarían exentas, lo que sería socialmente injusto.