La oposición echa atrás el nuevo Plan General presentado por Elorza

Los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de San Sebastián, el PP, el PNV y EA, se adjudicaron ayer el primer asalto del largo proceso para actualizar el Plan General de la ciudad. El equipo de gobierno PSE-EB, presidido por el socialista Odón Elorza, volvió a quedarse en minoría al no lograr los apoyos suficientes para aprobar en el pleno el documento que recoge los criterios y objetivos generales del nuevo planeamiento urbanístico. Durante el pleno, Elorza y el portavoz del PNV, Román Sudupe, tuvieron una agria discusión que obligó a hacer un receso en la sesión.

El avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Sebastián, sobre el que se viene trabajando durante los últimos tres años y medio, no superó ayer el primer filtro. El pleno rechazó el documento con las líneas maestras del futuro diseño de la ciudad contenidas en dicho avance. Son 17 folios donde se condensan los criterios y objetivos generales que guiarán la redacción del nuevo planeamiento. Este documento, que ha sido elaborado por los arquitectos de la oficina de revisión del plan, Manu Arruabarrena y Santiago Peñalba, fue devuelto con la suma de los votos del PP, el PNV y EA.

El rechazo del avance urbanístico no tiene efectos prácticos graves para los trabajos de revisión del planeamiento, salvo el retraso que acumulará la larga tramitación administrativa hasta su aprobación definitiva. Sí supone, un cambio, un nuevo revés político para el equipo de gobierno (PSE-EB), que volvió a quedar en minoría en un asunto de gran relevancia para la ciudad. El pleno municipal permitió visualizar, una vez más, la situación de debilidad en que se halla la coalición gobernante, que suma 11 concejales frente a los 16 de la oposición formada por el PP (siete), PNV (cinco) y EA (cuatro). La continuidad de Elorza, sin embargo, no está en peligro por la imposibilidad de articular un acuerdo de gobierno entre nacionalistas y el PP.

Precisamente, la oposición reprochó ayer al alcalde su incapacidad para buscar apoyos en otros grupos para sacar adelante los grandes proyectos de la ciudad, como es el caso del Plan General. Por su parte, el concejal de Urbanismo, Jorge Letamendía, llamó la atención de la "falta de responsabilidad, transparencia y participación" de la oposición en este asunto, y recordó que no han presentado enmiendas al planeamiento. Para los socialistas, PNV y PP son "pareja de hecho" y "forman el dique del no al avance de la ciudad".

Bronca Elorza-Sudupe

El avance elaborado por la oficina de revisión prevé la construcción de entre 16.500 y 20.000 pisos durante los próximos 10 años, la creación de nuevos parques y equipamientos en los barrios, el traslado a Zubieta de la cárcel de Martutene y los cuarteles de Loiola para ocupar esos suelos con viviendas, y el mantenimiento del hipódromo en su actual emplazamiento de Zubieta, entre otras cuestiones.

Para el PP, el documento es "confuso" porque adolece de "falta de concreción" y deja en manos del equipo de Elorza "la gestión arbitraria del suelo". El portavoz peneuvista, Román Sudupe, señaló que su aprobación es "inasumible" porque, entre otras razones, da vía libre para "colar" 1.400 viviendas en el área de "especial protección" de Lore Toki, no se apuesta por el tranvía y no establece un criterio sobre la construcción de una incineradora. Jaione Arratibel, de EA, criticó la "indefinición" del texto.

La discusión del Plan General vino precedida de una encendida discusión entre el alcalde y Sudupe, quien acusó a aquél de "abusar de sus prerrogativas" por tomar la palabra en un punto del orden del día después de que su grupo político hubiese intervenido en dos ocasiones. Elorza le amonestó dos veces y amenazó con expulsarle del pleno. Los ediles del PNV abandonaron entoncers la sala, lo que llevó a realizar un receso que solicitaron también el PP y EA.

Reanudada la sesión, se aprobó una declaración institucional, que apoyaron PSE y PP, por el que se insta a la Diputación a que coloborr con cinco millones de euros en las obras del teatro Victoria Eugenia, que costean al 50% el Ayuntamiento y el Gobierno central.