Verdadera alianza de civilizaciones
Imagínese, ocupadísimo lector, imagínese un instante, por favor, que al ir a renovar su DNI tuviese usted que hacer una cola de 12 horas para poner su huella digital y otra cola similar para retirar, a los 40 días, su documento de identidad. Como me acaba de ocurrir a mí, y por si tiene dificultad en imaginarlo, le doy alguna pista: por la mañana, mucho frío. Al mediodía, mucho calor. Sólo un funcionario se dedica a organizar una fila de cientos y cientos de personas, por lo que la desorganización es total.
La cola avanza a ritmo de 10 metros por hora, pero se extiende por manzanas. La aglomeración de personas durante días y días produce una cantidad de basura que nadie limpia. Dado el desorden, algunos intentan colarse. Se arma un intenso jaleo. Los vecinos de los bloques adyacentes, hartos, comienzan a lanzar agua desde los balcones. Cuando cae la noche, los funcionarios advierten de que no pueden atender a todos, por lo que personas, léase bien, personas, que han estado 12 horas de pie deben conformarse con mantenerse en la fila, a la espera de que se les asigne cita para otro día.
Es lo que sucede a diario en la delegación de Extranjería de la travesía de la Virgen de la Roca, en Madrid. El proceso de regularización de inmigrantes que ha llevado adelante el Gobierno socialista era tan necesario que ni siquiera el PP ha hecho mucho ruido. Pero es evidente e indiscutible que el Ministerio del Interior no previó que dotar de documento de identidad a 800.000 nuevas personas iba a colapsar las comisarías de policía, donde los funcionarios hacen lo que pueden, pero lo que pueden no alcanza. La única alianza de civilizaciones es la que se da en la cola: colombianos y guineanos compartiendo el agua, ecuatorianos y marroquíes compartiendo la comida. Porque 12 horas de cola se parece más a una humillación que a una alianza. Gracias por los papeles, pero, por favor, trátennos un poco mejor.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Estados Unidos ataca al Estado Islámico en Nigeria tras las amenazas de Trump por los asesinatos de cristianos
Se eleva a 10 el número de fallecidos al volcar un autobús en Veracruz
La Fiscalía de Ciudad de México confirma que el hombre asesinado en la Zona Rosa era El Panu, jefe de seguridad de Los Chapitos
Navitrans, una cena de navidad para personas LGBT+ en condición de calle y trabajadoras sexuales
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































