Los nuevos juzgados encargados de la violencia doméstica han recibido 726 denuncias en tres meses

Los juzgados de violencia contra las mujeres no dan abasto. Desde su inauguración el pasado 29 de junio, los tres juzgados exclusivos para malos tratos (Bilbao, Vitoria, San Sebastián) y el especializado de Barakaldo han atendido ya 726 denuncias. El órgano judicial que más asuntos ha abordado es el de Bilbao, que acumula 214 denuncias. Cuando apenas han empezado a funcionar estos juzgados, la realidad refleja que hacen falta más.

Al menos eso es lo que cree el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, quien ayer dejó entrever que puede que no sean suficientes durante su comparencia ante la comisión de Justicia del Parlamento para presentar los proyectos del departamento en materia de Justicia, Empleo y Seguridad Social para la nueva legislatura. "No es suficiente lo que se hace porque con los medios que tenemos nunca se va a poder atajar esta situación", reconoció. Por eso Azkarraga ha solicitado al Ministerio de Justicia la apertura de otros dos órganos judiciales, uno en Bilbao y otro en Barakaldo. De momento, el Gobierno central ha rechazado la petición, aunque Azkarraga la reiterará en una próxima reunión que va a mantener con el ministro de Justicia.

Y es que el número de denuncias registradas y la previsión futura amenaza con saturar los juzgados actuales. A lo largo de 2004, las denuncias ascendieron a 3.465, lo que supone una media de nueve al día. Los jueces dictaron un total de 1.754 órdenes de protección. El Departamento de Justicia ha destinado para la puesta en marcha de los tres juzgados exclusivos en las tres capitales vascas 160.000 euros, que se destinaron a informática y a obras. Azkarraga anunció que se dedicarán 600.000 euros al año para retribuir a las 24 personas que se encargan de los juzgados.

Durante su intervención ante la comisión, Azkarraga aprovechó para urgir al Gobierno central la descentralización del Poder Judicial. La pretensión del consejero es ir preparando el terreno para "dar forma" esta legislatura a un Consejo Judicial Vasco, que se encargue del Poder Judicial en el ámbito de la comunidad autónoma. En esta línea, también recordó que la competencia en política penitenciaria le corresponde al Gobierno vasco. "Estamos preparados para asumir la competencia", recalcó. El Ejecutivo vasco tiene su propio modelo penitenciario, que huye de las macro cárceles para apostar por recintos más pequeños donde se clasifiquen a los internos por los delitos cometidos y por edades. Siguiendo con prisiones, aseguró que reclamará el acercamiento de los presos vascos a las cárceles de Euskadi y que propiciará medidas para que los familiares de los internos puedan desplazarse a visitarlos. En abril, una sentencia judicial anuló las ayudas económicas a familiares de presos, en su mayoría de ETA.

En una jornada maratoniana, Azkarraga terminó exponiendo los planes sobre empleo. Además de potenciar acuerdos para reducir la precariedad y la siniestralidad laboral, pidió la transferencia en un paquete global de las políticas activas de empleo, las pasivas y el régimen de la Seguridad Social. Sin embargo, para acelerar el proceso aceptó procesos de negociación diferentes para cada una, con lo que podrían recalar de manera independiente.