Sufrimiento
Llevo mucho tiempo pensando en escribir una carta sobre la M-30, y no lo he hecho porque he ido leyendo otras que reflejan mi forma de verlo, por el gran sufrimiento físico y psíquico que nos están produciendo todas las obras de Madrid, y en especial las de la M-30 -y dentro de ellas, las del Manzanares-, a las personas que vivimos en los barrios de Carabanchel, paseo de Extremadura, pueblos de Getafe y de Leganés, y tenemos que cruzar todos los días el río o, en general, a quien circula por ella.
Eso se ha convertido en un rally porque, cuando menos lo esperas, te puedes encontrar que se dividen o acaban los carriles. (Ya sé que nuestro alcalde nos diría que vayamos en transporte público, pero si todos los que usamos el coche lo hiciéramos, desde luego el transporte público no tendría capacidad).
Pero el periódico del domingo 25 de septiembre refleja otro tema que me llevaba preocupando mucho tiempo, el del cauce del río. Lo que la Confederación Hidrográfica del Tajo dice ahora de ello lo cito textualmente del periódico: "Si viene la avenida de los 500 años se la llevará por delante [entiendo que se refiere a esa parte de la vía que va por el cauce], pasará por encima y todos tranquilos".
Lo siento, pero yo no puedo estar tranquila porque, junto con mucha más gente, pasamos muy a menudo por la M-30 por una parte de ese cauce del río -según reflejan ustedes-, y si hay esa gran avenida, me van a avisar o se tomarán las medidas necesarias a tiempo, porque yo he visto inundarse la M-30 y los coches atrapados en ella cuando ha habido lluvias no muy torrenciales y la vía no estaba en el cauce, y no quiero que me pase lo que ha pasado con el Katrina.
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