"Deberían publicar los resultados de las universidades para que la gente escoja"
Christian Thune (Aalborg, Dinamarca, 1940) presidía hasta el viernes pasado la Asociación Europea para la Garantía de la Calidad en la Educación Superior (ENQA), algo así como la madre de las agencias de calidad universitaria de todos los países de la Unión, incluida la española (Aneca). Este organismo vela por el buen funcionamiento de estas agencias; en definitiva, por el logro de unos futuros estudios universitarios europeos comunes y de calidad. Le ha sustituido en el cargo el británico Peter Williams, de su equipo.
Pregunta. ¿No cree que el llamado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y las agencias para la calidad universitaria están pasando inadvertidos entre la opinión pública y también entre los propios estudiantes?
"Se ha trabajado mucho en los últimos años en las universidades catalanas por la calidad en la enseñanza superior. Se ha mejorado muchísimo"
"La acreditación individual de los profesores en España no es frecuente ni común en otros países, por tanto, no serviría para homologar"
Respuesta. Efectivamente, el proceso de Bolonia [que abre paso a la Europa universitaria común] se ha estado manejando desde las altas esferas, es un proceso que va de arriba abajo y ahora está arriba, en la esfera política, sin impacto en la sociedad. Será en la siguiente fase en la que se diseñe y se haga conocer a la sociedad, a los estudiantes, mediante seminarios, conferencias en las universidades...
P. ¿Podría explicar la misión de la agencia que preside [ENQA]?
R. Básicamente, hay dos principios: desarrollar un código de buenas prácticas para asegurar la calidad de las agencias europeas, pero a la vez ser agentes activos desde un punto de vista político dentro del proceso de Bolonia en Europa.
P. ¿Cuáles diría que son los principales indicadores de calidad de una universidad?
R. No es fácil precisar qué elementos aseguran la calidad porque varía según las disciplinas y los países; cada universidad y país tienen su cultura. Si se tratara de una carrera de ciencias, diríamos que laboratorios, por ejemplo. Por eso, lo más importante es asegurar los mecanismos de calidad con independencia de la disciplina de que se trate.
P. ¿Qué mecanismos?
R. Por ejemplo, el que permitan a un alumno, una vez acabado el curso, reflejar su opinión sobre la enseñanza recibida, sobre el profesor, el programa, las clases, de manera que esa información sirva para mejorar los posibles fallos que se encuentren. Ese tipo de mecanismos deben asegurar la calidad, detectar errores para mejorar.
P. ¿Se podrá hablar en un futuro de una Universidad europea como sinónimo de calidad frente a otras zonas del mundo?
R. La idea es intentar identificar cuáles son las universidades de más prestigio en cada campo de enseñanza, y también las de menos prestigio, para que el ciudadano lo conozca y pueda tomar sus decisiones. El objetivo no es unificar todas para que todas sean buenas, sino intentar que haya transparencia, competencia y comparabilidad, tanto en la Universidad como en las agencias de calidad.
P. ¿Han evaluado las universidades de prestigio europeas? ¿Hay algún modelo a seguir?
R. No creo en un ranking de universidades, porque eso depende lo que uno quiera valorar. Existen distintas universidades de prestigio en Europa: si uno está interesado en investigación, podría ir a Oxford o Cambridge, por ejemplo, pero si está interesado en docencia o ingenierías, tendría que ir a otras. Si yo fuera estudiante y tuviera que elegir una, escogería una universidad transparente, con criterios claros de calidad y que lleve a cabo su código de buenas prácticas. Que dé información al estudiante sobre eso.
P. ¿Hay alguna así en Europa?
R. Hay universidades británicas que cumplen esos requisitos de calidad; también en Suecia, Dinamarca, los países nórdicos siempre han tenido cultura de garantizar la calidad. Pero yo soy miembro de la agencia catalana de calidad y sé, por mi experiencia, que se ha estado trabajando mucho en los últimos años en las universidades catalanas para poder asegurar esa calidad en la enseñanza superior. Se ha mejorado muchísimo.
P. Los estudiantes viven ajenos al cometido de las agencias de calidad. ¿Y el resto de la comunidad universitaria?
R. Se habla mucho acerca del profesorado y la docencia, pero los dirigentes, los rectores, tienen que estar muy implicados en este proceso y ser conscientes de que hay que participar de forma activa para garantizar la calidad de sus instituciones.
P. Puesto que estamos a la búsqueda de una Universidad europea común, ¿no sería más práctico potenciar aquellas universidades que ya son prestigiosas en alguna rama de la enseñanza y facilitar que los estudiantes se formen en ellas, estén donde estén, en lugar de repetir centros de estudio de cada disciplina (algunos mediocres) en todos los países?
R. Totalmente de acuerdo. En los países escandinavos ya tenemos detectadas algunas universidades que son prestigiosas en determinadas áreas e incluso se han publicado esos resultados. El resto de los países deberían publicar los resultados de las universidades para que la gente los conozca y pueda escoger la mejor universidad.
P. En España se evalúa al profesorado y se acredita su capacidad. ¿Les servirá eso como homologación para que puedan trabajar en cualquier otra universidad europea?
R. La acreditación individual de los profesores en España no es frecuente ni común en otros países; por tanto, no serviría para homologar. En otros sitios simplemente se solicita una plaza [como se hacía antes de la Ley Orgánica de Universidades en España] y se valoran los méritos, currículo, experiencia. Desde ese punto de vista, la movilidad de profesores puede seguir existiendo.
P. Entonces, ¿de qué sirve hacerlo en España si en otros sitios no se hace?
R. Bueno, el sistema aquí funciona bien, no siempre todos los modelos se pueden adaptar a otros países, pero eso no impide la movilidad por Europa.
P. ¿Se está trabajando ya en qué medidas correctoras pueden aplicarse cuando se detecten deficiencias en las universidades?
R. Una de las actividades de ENQA es hacer un seguimiento de las universidades precisamente para exigirles que corrijan los errores cuando los detecten. Por ejemplo, si un profesor no es tan bueno en docencia, que reciba clases de reciclaje.
P. ¿Y si no se mejoran las deficiencias encontradas?
R. Cada agencia tiene sus medidas; por ejemplo, si una universidad no cumple, no recibe su acreditación; eso ya es un castigo. Pero en la mayor parte de los casos, las sanciones dependen de los gobiernos, las agencias se limitan a dar un informe, o a conceder o denegar una acreditación. La responsabilidad de dejar de financiar unos estudios si no se cumplen los requisitos mínimos es de los Gobiernos.
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