Electrónica rockera para las masas
Y el sábado llegó la multitud. El Fórum llenó prácticamente el espacio, sin que ello provocase reseñables problemas de tránsito entre escenarios o más aglomeraciones que las tolerables cuando una multitud decide citarse en el mismo lugar. Quienes debieron quedarse impresionados ante tamaña avalancha fueron los madrileños Cycle, que en el escenario MTV protagonizaron el que probablemente ha sido el concierto más concurrido de su corta historia. Así desparramaron en compañía de una multitud su electrónica rockera, algo que también hicieron en el mismo escenario los franceses Rinôçérôse, un grupo cuyo interés se acaba en cuanto se aprende a acentuar su nombre. Sin embargo, las masas dictaron sentencia con su presencia y éstos fueron los grupos orlados con el éxito en la última noche de BAM, que en realidad fue noche BAM-MTV.
En realidad, de los tres escenarios del Fórum uno sólo es genuinamente BAM, precisamente el que ofreció los mejores conciertos ante una cantidad de público no tan destacable. Queda por definir cómo se enfrentará el BAM a un espacio tan grande como el Fórum, donde se le exigirá público pese a que su función es ofrecer descubrimientos o bandas inéditas. Pero este año el festival cumplió en su escenario y el hip-hop marcó los momentos más interesantes de la noche con Cannibal Ox y Sole.
Los primeros son una prueba de que el hip-hop puede y debe mirar más allá. Con unas bases que transmitían una sensación de abierta desazón, un tono apocalíptico y la dicción enardecida de Vast Aire y Vordul Megilah, sus dos recitadores, el concierto mantuvo una tensión que impedía mirar a otro lugar. Secos, austeros y sin concesiones a la galería, Cannibal Ox estuvieron ejemplares.
Poco más o menos lo mismo se puede decir de Sole, el recitador blanco de Anticon, uno de los sellos más rupturistas del hip-hop alternativo. Hecho un calambre, con una dicción acelerada y parte de las bases servidas por el batería y el guitarrista del estupendo grupo barcelonés 12Twelve, Sole ofreció otro concierto para el archivo. Los constantes redobles y cambios del batería, así como la furia aportada por la guitarra, apoyaron sólida e imaginativamente la prédica de Sole.
Las actuaciones de No More Lies, hardcore local, y Raw T, garaje inglés y grime -es decir, hip-hop quillo con bases escuetas y acercamientos al jungle- redondearon la última noche de este viejo y nuevo BAM. Su balance artístico no producirá desmayos, pero en su descargo ha de decirse que la programación fue realizada en apenas un par de meses de trabajo. Así las cosas, el año que viene será clave para dilucidar su futuro.
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