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La Generalitat pacta con el Ayuntamiento la reforma de la fachada marítima de Tarragona

Badalona empieza a transformar su litoral con un puerto deportivo de 600 amarresEn primavera empezarán las obras para construir 2.000 pisos en el barrio del Gorg

La Generalitat y el Ayuntamiento de Tarragona acordaron ayer impulsar la reforma de la fachada marítima de la ciudad. Ambas administraciones firmaron un convenio para llevar adelante un proyecto que transformará el litoral y deberá negociarse con el Ministerio de Fomento porque supondrá soterrar las vías del tren. Al tiempo, Badalona acaba de poner en marcha la primera etapa de la transformación de su litoral, con un puerto deportivo con capacidad para 617 amarres.

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La vieja idea de soterrar las vías del tren que hoy suponen una barrera entre Tarragona y el mar la retomó el alcalde, Joan Miquel Nadal (CiU), poco antes de las pasadas elecciones municipales. Nadal encargó al gabinete de arquitectos de Ricardo Bofill un proyecto que sufragó la Generalitat, pero ni el Gobierno del PP ni el actual del PSOE le han dado su visto bueno. Con la firma del convenio, ayer ambas administraciones pusieron el contador a cero para elaborar un nuevo proyecto.

Pero nadie se atrevió a apuntar una fecha, ni siquiera el plazo de un año, para empezar a acometer la reforma de la fachada marítima de la ciudad.

"Las cosas no van a ser fáciles, pero la solución es posible", dijo ayer el primer consejero de la Generalitat, Josep Bargalló, tras firmar el convenio que le convierte en presidente de una comisión de la que forman parte el Ayuntamiento y la Generalitat constituida para negociar con el Ministerio de Fomento. Bargalló subrayó que la predisposición del Ejecutivo catalán a "modernizar y hacer más sostenible" Tarragona es tal que ahora la reforma de la fachada marítima tarraconense es "un proyecto de país".

El alcalde Joan Miquel Nadal se felicitó por haber ganado uno de los dos "amigos" que le hacen falta al consistorio para llevar a cabo esta reforma. El otro es el Ministerio de Fomento, con el que hasta ahora Nadal ha negociado en solitario sin éxito. "A partir de ahora, en las negociaciones no verán solamente a la ciudad, que ya es mucho, sino a todo el país", recalcó Bargalló.

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La portavoz republicana en el Ayuntamiento, Rosa Rossell, aseguró que su grupo prescindirá del proyecto del gabinete de Bofill -criticado también por el PSC e ICV por crear excesivas viviendas y pocas zonas verdes- y tratará de crear uno nuevo. En la misma línea habló el jefe de filas del PSC, Josep Fèlix Ballesteros, quien consideró "posible" un acuerdo global antes de que termine el mandato de Nadal.

De momento, la reforma de la fachada marítima de Tarragona ha costado al erario público 1,1 millones de euros, destinados a costear el proyecto firmado por el despacho de arquitectos que encabeza Bofill. El Ayuntamiento de Tarragona lo exhibió durante la campaña electoral de las pasadas municipales en la Rambla Nova y la junta electoral obligó a retirar las casetas donde se exponía cuatro días después de su inauguración.

Oficinas y viviendas

El proyecto del Ayuntamiento prevé la construcción de varios edificios emblemáticos en el frente marítimo, de oficinas y equipamientos culturales, así como una línea de viviendas a lo largo del espacio que actualmente ocupan las vías del tren. El tren, según este proyecto, circulará justo por debajo hasta una nueva estación que sustituirá a la actual. Pero esta propuesta, después de tres años, aún no ha sido debatida ni en junta de portavoces municipales, ni en comisiones informativas, ni en el pleno, y el Ministerio de Fomento no se ha pronunciado. Nadal admitió que su proyecto puede sufrir cambios y que finalmente será la comisión bilateral Generalitat-Ayuntamiento la que aprobará el definitivo. Antes, el consistorio debe consensuar uno y aprobarlo en el pleno.

Mientras, ya ha concluido una parte de la reforma del litoral de Badalona. La mayoría de los 617 amarres del puerto deportivo ya han sido ocupadosLas embarcaciones de recreo ya pueden entrar en el puerto de Badalona (Barcelonès). De momento, ya han atracado en la dársena deportiva naves de 8 a 12 metros de eslora y se prevé que en breve lo hagan yates de hasta 30 metros. Los propietarios de barcos ya disponen de los servicios necesarios, como suministro de electricidad y agua. La inauguración oficial de esta infraestructura se prevé para este otoño.

Se trata de "un puerto singular, de calidad y de ciudad", explica el consejero delegado de Marina de Badalona, Juan Felipe Ruiz. Las infraestructuras del puerto, según Ruiz, no están aisladas y son obras que acompañan al desarrollo íntegro de la trama urbana y de la misma ciudad.

Plazas de aparcamiento

Los muelles, diques y contradiques; los aparcamientos, y los lavabos para los usuarios de los amarres, así como el edificio de Capitanía, ya están a pleno rendimiento. Es la primera fase de las obras de construcción del puerto, que van de la línea de tren hacia el mar y ocupan unos 110.0000 metros cuadrados. Esta fase se completará con la construcción de un hotel de nueve plantas y un centro comercial y de convenciones de 4.800 metros cuadrados con dos plantas de aparcamiento; asimismo se destinarán 5.000 metros cuadrados a restaurantes.

La dársena deportiva tiene cabida para 617 embarcaciones, una parte en venta y otra en alquiler. La sociedad mercantil y gestora de esta infraestructura, Marina de Badalona, ha destinado 45 amarres a uso público tarifado. El puerto también cuenta con 83 amarres que se encuentran en la dársena pesquera, actualmente abierta, aunque a la espera de que la Dirección General de Pesca autorice la construcción de la lonja.

En los casi 7.000 metros cuadrados de muelle pesquero también se instalará la cofradía de pescadores, se colocarán las cámaras frigoríficas y habrá una explanada dedicada al mantenimiento de las redes de pesca y una marina seca con 330 plazas para embarcaciones de motor de pequeña eslora -de menos de siete metros- y los talleres.

La segunda fase, que se iniciará la próxima primavera, corresponde a las obras que van desde la línea del tren hacia el interior, hasta llegar al Pabellón Olímpico. Esta segunda fase implica la rehabilitación del barrio del Gorg, donde se levantarán 2.000 viviendas y se construirá un canal de 300 metros de largo y 40 de ancho que penetrará en la ciudad y conectará el puerto con el pabellón mediante un parque de la misma superficie que el canal. Esta zona dispondrá de 178 amarres.

Esta fase ha comportado la reparcelación de la zona del Gorg, que afecta a 23 hectáreas y 148 fincas, de las que 144 son viviendas. En estos momentos falta que el Ayuntamiento dé luz verde a la aprobación del proyecto de urbanización y reforma del barrio, tras lo cual se iniciará un proceso de exposición al público y concurso de obras. Según las previsiones de Marina de Badalona, las obras empezarán en los primeros meses de 2006 y se prevé que terminen en 2009.

La construcción del canal supone desviar la vía del tren, que transcurre paralela a la costa. La sociedad gestora ha calculado en un kilómetro el desvío provisional que afectaría a la vía durante las obras del canal. A pesar de todo, la gestora hace meses que negocia con Renfe la manera de ejecutar este paso provisional mientras se construye el puente elevado que cruzará los 40 metros de ancho del canal.

Vieja aspiración

Marina de Badalona gestiona el desarrollo de estas obras a partir de una aportación inicial de 60.000 euros. Éstos surgen de aportaciones no dinerarias, por tanto, de activos realizables, del consistorio de Badalona y el Consejo Comarcal del Barcelonès.

A partir de este capital inicial con que contaba la sociedad, las obras del puerto fueron tomando forma. La primera fase, ya prácticamente acabada, ha supuesto un total de 86.719.737 euros, el 86,8% del total del presupuesto. La segunda fase, cuyo presupuesto supone el 13,2% del total, suma 16.521.986 de euros, destinados a la financiación del viaducto y el desvío del ferrocarril, así como de la entrada del canal a la ciudad.

Desde que se ideó el proyecto del puerto de Badalona- los primeros planes datan de 1936-, siempre se había conjugado la necesidad portuaria con la aspiración ciudadana de transformar este sector de la ciudad. Fue en 1987 cuando se aprobó diseñar el actual puerto deportivo. Para ello se rehabilitaron los terrenos de la antigua fábrica Cros, el fabricante de productos químicos y fertilizantes que tuvo allí una factoría durante casi un siglo.

El vicepresidente de Marina de Badalona y concejal de Servicios del Territorio del Ayuntamiento, Francesc López Guardiola, explica con que los trabajos previstos en el puerto se ha revitalizado y recuperado una zona degradada por el abandono de la actividad industrial. De ahí que la concesionaria de las obras haya destinado 21 millones de euros a los tratamientos de descontaminación de los terrenos que ocupaban las instalaciones de la empresa Cros, a cuya actividad se sumaba la de Campsa, la primera refinería de crudo que se puso en funcionamiento en España, hasta que se desmanteló en 1987. Los trabajos de descontaminación se iniciaron en octubre de 2002 y duraron aproximadamente dos años.

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