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Interior estudia alternativas a las penas de prisión para evitar el hacinamiento

Jorge A. Rodríguez

El Ministerio del Interior estudia alternativas a las penas privativas de libertad para evitar que la cárcel sea el destino "inevitable" de quienes delinquen, y para paliar la saturación de los presidios, donde hoy viven 61.267 reclusos, incluyendo los penales de Cataluña. Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones Penitenciarias, reveló durante su discurso con motivo de la festividad de La Merced, patrona de las cárceles, su intención de impulsar una reforma de la Ley Penitenciaria en ese sentido para introducir el cumplimiento en centros de rehabilitación, potenciar la semilibertad y los sistemas de control telemático.

Gallizo explicó que su proyecto más inmediato es la aprobación de un plan de construcción de centros para combatir la sobreocupación. No obstante, reconoció que dicho plan puede ser "insuficiente" si sigue el actual ritmo de crecimiento de la población penitenciaria. Este año, pese a una ligera desaceleración, se ha producido una subida del 3,1% de la cifra de presos.

"Ha llegado el momento de que la sociedad moderna supere la idea de que las prisiones sean el destino inevitable al que están abocadas todas las personas que llegan a vulnerar las normas penales", subrayó Gallizo. El objetivo no sería sólo la rehabilitación ("la sobreocupación no ayuda", añadió), sino también intentar aplicar formas de privación de libertad "menos gravosas para el penado y sus familiares".

Tras ella intervino el ministro del Interior, José Antonio Alonso, quien subrayó los problemas de hacinamiento ("queremos que las cárceles estén al 100%, no al 150%"), que intentará combatir con el citado plan de construcción de cárceles, que se presentará en octubre. "Tenemos que recuperar el impulso estratégico perdido en años anteriores", dijo en alusión crítica al PP.

En el acto central de La Merced, celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Prisiones condecoró, por primera vez en su historia, a cuatro reclusos que, tras rehabilitarse, ayudan a otros presos. Fueron Pilar Cabo, ex toxicómana condenada por robos y ahora en libertad condicional, por su ayuda a otros toxicómanos en la fundación Adsis; Claudio Gorosito, en tercer grado y condenado por narcotráfico, por reunir a 25 presos para coser un mural del Gernika de Picasso; José Campos, condenado por robos y asesor deportivo de 200 presos de Córdoba; y Francisco Javier Arasco, ex toxicómano condenado por narcotráfico y que ahora ayuda a otros presos a salir de la droga en Proyecto Hombre.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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