Una delegación gallega pro Polisario, retenida 11 horas en Casablanca

Una delegación de 13 diputados autonómicos gallegos y responsables de asociaciones simpatizantes del Frente Polisario intentó en vano, el martes por la noche, desembarcar en El Aaiún. Pero, a diferencia de los otros siete grupos españoles que les precedieron, la policía marroquí no les expulsó a Las Palmas, de donde procedían, sino que acabaron en Casablanca, en cuyo aeropuerto pasaron la noche retenidos.

La delegación gallega innovó en Las Palmas. Fueron los primeros en subir a bordo de un avión de una compañía marroquí, Regional Airlines, que enlaza Gran Canaria con Casablanca haciendo escala en El Aaiún y Agadir.

A diferencia de Binter y de Top Fly, dos líneas aéreas españolas que han maniobrado, a veces, para impedir embarcar a las delegaciones de apoyo a los independentistas saharauis, los marroquíes no pusieron pegas.

En el aeropuerto de El Aaiún, la capital de la antigua colonia española, se reprodujo la misma escena de siempre con la policía marroquí rodeando el aparato para impedir el desembarco de la delegación. Pero no les devolvió a Gran Canaria, sino que les obligó a continuar el viaje hasta Casablanca, donde llegaron minutos después de medianoche. Allí les esperaba el cónsul de España, José Luis Roselló, quien pidió a la policía que les dejase salir de la terminal para pasar la noche en un hotel o en su residencia. "Ésta no lo permitió", señaló Roselló.

Vigilados discretamente por agentes de paisano, pernoctaron en el área de tránsito del aeropuerto, cuya cafetería permaneció abierta.

Once horas después de su llegada a Casablanca, los representantes del PP, del BNG -ningún socialista se apuntó a la expedición- y de las asociaciones embarcaron en un vuelo de Iberia en el que la RAM, la compañía de bandera marroquí, dispone de un cupo de plazas que les cedió en parte. Aterrizaron en Madrid poco antes de las tres de la tarde de ayer.