Una OPA con trastienda
La gestión y los resultados del sector y el anuncio de una nueva regulación han alentado la oferta de Gas Natural por Endesa
La inminencia de una nueva regulación de los sectores de la electricidad y el gas, anunciada para noviembre por el Gobierno, y la posibilidad de que la misma recogiese algunas recomendaciones del Libro Blanco, auspiciado también por el Ejecutivo, que son poco favorables a los intereses de los mayores operadores, ha precipitado la presentación de la reciente oferta de compra de Gas Natural, en connivencia con Iberdrola, sobre Endesa, la primera eléctrica española.
Gas Natural (GN) e Iberdrola han explicado con todo lujo de detalles el "adónde vamos" tras hacer pública la OPA sobre Endesa, pero han pasado de puntillas sobre el "de dónde venimos".
GN e Iberdrola se han adelantado a un cambio de regulación posiblemente lesivo para sus intereses y para el asalto a la primera eléctrica
Dicho de otro modo, la bondad de los resultados cosechados por todas las eléctricas pese a que el precio del fuel, el gas y el carbón está por las nubes y pese a que no hay agua para las hidráulicas, es meramente contable. Además, varios de los capítulos y partidas que les han permitido lucir los resultados (Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa y HC alcanzaron un beneficio conjunto de 1.910,5 millones de euros en el primer semestre, lo que supone un incremento del 22,1% respecto a igual periodo de 2004), están en el alero con vistas al futuro desde agosto pasado.
El déficit tarifario que se han apuntado en las cuentas y que habrá de pagarles el Gobierno más adelante por su suministro al mercado regulado, las partidas correspondientes a los llamados CTCs (costes de transición a la competencia) y el peculiar comportamiento del pool eléctrico, el mercado mayorista, les han permitido salvar la cara. Pero el escenario y sus mimbres pueden cambiar y dejar con el culo al aire a algunos gestores. Hace un mes, cuando se hicieron públicos el análisis y las recomendaciones del Libro Blanco para la reforma del mercado eléctrico, Iberdrola montó en cólera y lanzó de inmediato un comunicado descalificando el trabajo del equipo del profesor Pérez Arriaga. El grupo que dirige Ignacio Sánchez Galán advirtió de que las medidas sugeridas tendrían graves consecuencias, de aplicarse, para las cuentas de resultados y las cotizaciones de las eléctricas.
Un enfado explicable. El Libro Blanco, amén de proponer limitar el poder excesivo de las dos compañías dominantes en el mercado eléctrico (Endesa e Iberdrola controlan en conjunto el 80% del mismo), sugiere una reforma a fondo del pool eléctrico para que sea menos manipulable y más transparente y real en la fijación de precios, y propone reemplazar desde ahora a 2010 el actual mecanismo de cobro por diferencias de los CTCs.
Mercado mayorista
Para limitar el poder de mercado el libro sugiere que Endesa e Iberdrola se desprendan de activos; saca del mercado mayorista los kilovatios generados con combustibles no fósiles para evitar que los producidos con agua o energía nuclear, que cuestan muy poco, los sigan cobrando las compañías a unos precios finales muy elevados consecuencia del coste de la producción de los kilovatios generados a partir de fuel o gas. En definitiva, excluye del mercado mayorista a un 40% de la generación y en consecuencia, por el origen de su producción, margina el papel de Iberdrola en el mismo. Algo que no se producirá, aunque la reforma del pool fuese por ahí, si Gas Natural se hace con Endesa y le vende, como ya han acordado ambas, varias centrales térmicas.
Con ello, además, Iberdrola volvería a tener derecho al cobro de los CTCs, que ya había agotado con sus activos. Los analistas dudan que deje de cobrarlos, pese a haber denunciado en los últimos meses que los CTCs distorsionaban la competencia.
GN que ha visto un posible recorte en las barbas del vecino eléctrico, negocio en el que cuenta todavía con una escasa participación, ha puesto las suyas (controla casi el 80% del mercado del gas) a remojar. La apuesta por el gas como fuente de generación de electricidad en España, en las centrales de ciclo combinado, y la liberalización de los mercados energéticos, colocan a Gas Natural en una situación privilegiada para sacar provecho a ambos mercados.
Ganar tiempo
En generación eléctrica se están dando hoy rentas espectaculares, pero el dinero no entra puntualmente en caja (déficit tarifario), pero las centrales que operan con gas no tienen restricciones y cobran la totalidad. Sin embargo, construir sus propias centrales le requiere a Gas Natural importantes inversiones y sobre todo tiempo, de ahí que busque desde hace años -lo ha intentado sin éxito en varias ocasiones- hacerse con el control de alguno de los mayores productores de electricidad.
Estas carencias estructurales de Gas Natural e Iberdrola, y la inminencia de unas reformas en la regulación de estos mercados que pudiesen agravarlas, no son ajenas a la oferta de compra sobre Endesa y al pacto de reparto de sus activos. Son motivaciones menos glamurosas que las de alzarse como tercera empresa de servicios energéticos del mundo, con 24.000 millones de euros de cifra de negocio y con 30 millones de clientes, pero también cuentan.
Está por ver el éxito de la oferta ante las autoridades de la competencia y ante los accionistas de la eléctrica, pero la OPA de momento ha logrado trastocar los planes y el calendario de reformas previsto por el Gobierno en los mercados de gas y electricidad.
La asignatura pendiente de Gas Natural
Aunque a finales de junio Gas Natural tenía un 7,4% del mercado liberalizado de electricidad y contaba con 1.600 MW operativos, la electricidad sigue siendo la gran asignatura pendiente de un grupo hegemónico, cerca del 80% del mercado, en el negocio gasista. De ahí su OPA hostil sobre Endesa, tras haberlo intentado infructuosamente años atrás con Iberdrola, como medio para alcanzar antes, y superar a ser posible, su objetivo estratégico de contar en 2008 con 4.800 MW de generación.
Gas Natural, que ha incrementado casi un 30% su cifra de negocios en el primer semestre y casi un 11% su beneficio neto, ha registrado sin embargo en el mismo periodo un empeoramiento del resultado financiero y una menor aportación de los resultados consolidados por puesta en equivalencia.
Su saneada situación financiera, con un endeudamiento reducido y un escaso apalancamiento, y una gran liquidez, junto a la falta de alternativas interesantes para expandir más su actividad en Europa, le ha permitido un asalto sobre Endesa que le puede deparar diversificación y tamaño aunque a costa de mermar su rentabilidad.
Los puntos débiles de GN, según los expertos, son el endeudamiento en el que puede incurrir para afrontar la construcción de centrales eléctricas u operaciones corporativas, riesgo político de posición dominante y riesgo regulatorio.
La efímera tranquilidad de Endesa
La OPA ha sorprendido a los gestores de Endesa cuando por primera vez, tras años de sufrir quebrantos por sus inversiones en América Latina y de vivir pendientes de la espada de Damocles de la aplicación del Protocolo de Kioto, aseguraban que las cosas les iban medianamente bien. En el primer semestre tuvieron un beneficio de 856 millones, un 22,9% más que en 2004.
La escalada en los precios del fuel y del gas ha reforzado su estrategia de atribuir al carbón una parte relevante de su generación eléctrica; sus negocios en Latinoamérica y Europa han impulsado sus resultados del primer semestre con crecimientos del 78,4% y del 200%, respectivamente; y acaba de vender su participación en la operadora de telecomunicación Auna con buenas plusvalías. La deuda neta que arrastra, sin embargo, es muy elevada (19.766 millones de euros) y sigue creciendo.
Su estrategia (véase el cuadro adjunto) pretende consolidar su liderazgo nacional y compensar en Europa el mayor riesgo de sus actividades en América Latina. Los expertos señalan como puntos débiles de Endesa: su posición conflictiva con Iberdrola, su excesiva dependencia del carbón, cierta indefinición en su política gasista, importantes costes medioambientales, elevado riesgo en América Latina, bajo potencial de crecimiento en España, elevados CTCs por cobrar y riesgo regulatorio importante.
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