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Vecinos de Ciutat Vella alertan de la existencia de bares encubiertos

Las entidades afirman que el 50% de los nuevos locales carecen de licencia

Clara Blanchar

Los vecinos de Ciutat Vella quisieron ayer hacer oír su voz en el debate sobre el civismo -o incivismo- y la degradación del espacio público en el centro de Barcelona. Las principales asociaciones y plataformas vecinales del distrito denunciaron la proliferación de locales de ocio ilegales o cuyas licencias no corresponden a la actividad que desarrollan, y criticaron la actitud del Ayuntamiento, a quien acusaron de hacer la vista gorda. Los responsables del distrito lo negaron.

Los ánimos están encendidos entre los vecinos de Ciutat Vella, los barrios que sufren más de cerca las consecuencias de situaciones como la suciedad en las calles, el ruido o las actitudes incívicas. Aseguran que el centro de Barcelona se está convirtiendo en "un parque temático del botellón en el que todo está permitido, a costa del bienestar de los ciudadanos", en palabras de Pilar Lomba, de la Plataforma contra el Ruido en la Rambla del Raval.

Pero los vecinos quisieron ayer ir más allá de los síntomas y denunciar las situaciones que, a su juicio, están en el origen del malestar. "Se está hablando del mal uso del espacio público y no tanto de lo que ocurre con los locales ilegales o alegales, que forman parte del rumbo que está tomando la ciudad, en la línea de Lloret, cuando en ese municipio turístico ya están modificando la situación". Hubertus Poppinghaus, representante de la asociación de Vecinos en Defensa de la Barcelona Vieja, hizo hincapié en la proliferación de locales que no cumplen la normativa.

Como ejemplo, Poppinghaus citó locales que bajo el epígrafe de "charcutería o bodega con degustación" están funcionando como bares o restaurantes. A veces, abriendo hasta las tres de la madrugada, apuntó. "Sólo el 50% de los locales tienen el letrero con la B o la RB que certifican que se trata de bares o restaurantes", aseguró. En concreto se refirió a la calle de Banys Vells. "Según el Ayuntamiento, no hay ningún bar o restaurante, cuando en realidad existen cinco", dijo. Según Poppinghaus, estos locales no cumplen las normativas contra incendios, laborales o de aislamiento acústico, algo que calificó de "gravísimo".

Respuesta del distrito

Fuentes del distrito de Ciutat Vella aseguraron que no tienen conocimiento del funcionamiento de locales al margen de la normativa e invitaron a los vecinos a denunciar los casos de falta o no adecuación de las licencias. "Si alguien denuncia un bar, se envían inspectores y, si procede, se toman las medidas que corresponda", explicó un portavoz.

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Otra de las críticas que lanzaron los vecinos fue por el incumplimiento de la moratoria en la apertura de nuevos locales de ocio en zonas como el Barri Gòtic. No se cumple, dijeron. Una acusación que el distrito también negó. "Se están aplicando las restricciones a nuevas concesiones de acuerdo con el nuevo plan de usos. Si se abren locales, que lo denuncien y digan cuáles son y dónde están", señaló el mismo portavoz.

Visiblemente nerviosa, la representante de los vecinos de la plaza Reial, Magda Gasch, llegó a acusar a los responsables del distrito de "corrupción" en el proceso de concesión de licencias -"en manos de mafias rusas", apuntó-, aunque reconoció que no dispone de pruebas para argumentar la denuncia.

Además de la cuestión de las licencias, Gasch denunció "la connivencia" de los responsables municipales en otros aspectos conflictivos, como el cumplimiento de los horarios, una crítica que también se oyó en boca de la representante de la Rambla del Raval. En opinión de las entidades de Ciutat Vella, bastaría con hacer cumplir las ordenanzas para solucionar el problema. "No hace falta promulgar más leyes. Las existentes son suficientes si se aplican y la Guardia Urbana y los Mossos dejan de pasear y actúan", dijo Lomba.

A los vecinos de la Barcelona Vella, la plaza Reial y la Rambla del Raval se sumaron también, en forma de manifiesto de protesta sobre el modelo de ciudad titulado Por una Ciutat Vella justa y habitable, ATTAC-Ciutat Vella, la Coordinadora de Vecinos del Gòtic, el Foro Vecinal de la Ribera, la Asociación Catalana Contra la Contaminación Acústica (ACCA) y la Coordinadora de Barrios de Barcelona contra el Ruido, con el apoyo de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB).

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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