Simancas: "Salga de la trinchera y gobierne, señora Aguirre"

Lo avisó ya el portavoz socialista, Rafael Simancas, al inicio de su intervención en el debate del Estado de la Región, que se celebró ayer en la Asamblea de Madrid: el Gobierno de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, tiene entre sus prioridades la de ser "un instrumento de estrategia de la oposición al Gobierno de España". Y ése fue el tono beligerante que Aguirre imprimió a toda la sesión.

A cada crítica de Simancas a la gestión del Gobierno del PP, Aguirre le respondía con argumentos que sacaban la discusión del ámbito regional y la llevaban directamente a la arena política nacional. "Salga de la trinchera y gobierne", le replicó varias veces Simancas a Aguirre, convencido de que está más interesada en el poder y en la rencilla política con Zapatero "que en la gestión de gobierno".

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Hasta el punto de que "Pepiño [José] Blanco", el secretario de Organización del PSOE, fuera uno de los nombres más mencionados por la presidenta, que sugirió con ironía que él era el autor del discurso del portavoz socialista. "Dentro de poco no le van a quedar ministros con los que polemizar", le reprochó Simancas.

Tampoco el portavoz de IU, Fernando Marín, se libró de que Aguirre le reclamara su apoyo en sus enfrentamientos con el Ejecutivo central. "Ya sé que los miembros del PSOE no van a estar de acuerdo en exigir nada al Gobierno de [José Luis Rodríguez] Zapatero, pero esperaba que usted sí", le espetó.

Aguirre echó en cara muchas cosas al Gobierno central: que no haya defendido los intereses de la región, al clasificar como empresa pública a Mintra, responsable de la ampliación del metro; que no haya permitido que el segundo canal autonómico de televisión (La Otra) emita en el sistema analógico, como ocurre en otras comunidades; y hasta criticó por insuficiente la financiación sanitaria prometida a los presidentes autonómicos por el presidente del Gobierno central.

"Sólo nos tocan 65 millones de euros de los prometidos a todas las comunidades. ¿Cómo nos va a arreglar la sanidad si en Madrid gastamos 5.000 millones al año?", planteó.

Incluso acusó a los socialistas de los críticos resultados de los estudiantes españoles, según el informe de la OCDE publicado esta semana. "La LOGSE ha fracasado. Las subidas presupuestarias en educación serán inútiles, si no modificamos un principio que ustedes defienden: que para aprender y formarse no hay que hacer ningún esfuerzo", recalcó.

Mientras tanto, Marín y Simancas trataban de situar el debate en el ámbito regional. Ambos acudieron a la actuación de la Administración estadounidense tras la catástrofe del huracán Katrina para compararla con la forma de gestionar del Ejecutivo regional.

"Pasividad, inoperancia y abandono de millones de personas", enumeró el portavoz de IU. Sus palabras arrancaron las ostensibles risas del vicepresidente primero del Gobierno, Ignacio González, y las burlas del grupo parlamentario del PP.

En cambio, la comparación de Simancas trataba de demostrar que poner "el Estado en manos de quienes no creen en el Estado, y trabajan para debilitarlo por dentro, conduce a que la sociedad quede inerme cuando más necesaria es la presencia de los poderes públicos".

El portavoz socialista achacó a Aguirre un "conservadurismo ultraliberal", que en su opinión "no sólo es socialmente injusto, sino terriblemente ineficaz a la hora de la verdad".Aguirre fue ganando terreno dialéctico a medida que avanzaba el debate, si bien sus dos réplicas a la intervención de Marín fueron deslabazadas y sin ritmo. "Dudo que vaya a llegar a gobernar con un discurso tan catastrofista, trasnochado y rancio, que no casa con una Comunidad moderna como ésta", le espetó al portavoz de IU.

En esas primeras intervenciones, la presidenta perdió un poco el hilo y ella misma comentó que le había costado tomar notas durante el discurso de Marín, de quien alabó sus dotes de interpretación. "Tiene usted un ADN escénico", le dijo. Después recordó que era bisnieto, nieto e hijo de actores y, por tanto, se mostró dispuesta a seguir sus consejos sobre actuación. "De eso sabe más que nadie, aunque haga esos discursos que nos ha largado hoy", añadió.

Marín había arremetido en su intervención contra la política urbanística del Gobierno regional: "Usted ha enviado una tropa de desembarco a la vivienda protegida: han llegado los especuladores". Y Aguirre citó a Lenin para poner en duda las críticas que le había hecho. "Los hechos son tozudos", fue la frase que atribuyó al líder de la revolución comunista en la Rusia de principios del siglo pasado.

Pero el portavoz de IU le dijo luego que ésa no era una frase de Lenin. "Si todas las citas que hace son como ésa, no me creo nada de lo que dice", le reprochó el portavoz de IU. A lo que Aguirre replicó: "Pues la que sí es de Lenin es la que éste le dijo al socialista Fernández de los Ríos: 'Libertad ¿para qué?".

El mito comunista no fue el único citado durante el debate. También pudieron escucharse los nombres de dictadores como Fidel Castro, Hitler, o Franco que, según la presidenta, nunca hicieron políticas liberales. "Dice que somos un gobierno autoritario por liberal", le comentó la presidenta al portavoz de IU. "Pero las políticas liberales son de gobiernos democráticos y liberales, como el que me honro en presidir".

Marín replicó luego que también Augusto Pinochet había llevado a cabo políticas del mismo tipo. "Será la excepción que confirma la regla", zanjó Aguirre.

Mucho más duro fue el tono que marcó el cara a cara del portavoz socialista y la presidenta regional, quizá porque ambos tienen ya experiencia en enfrentarse, mientras que era el primer debate de Marín como portavoz.

Al mismo tiempo que hacía una feroz crítica a la presidenta regional por su actitud de gobierno - "Ustedes sólo saben gobernar si es contra alguien"-, Simancas mostró en varias ocasiones su disposición a apoyar el diálogo entre gobierno y oposición en asuntos como la sanidad, la sequía, las obras, la educación o la vivienda.

Según dijo, estas cuestiones afectan a los ciudadanos en su vida cotidiana y "no es posible resolverlos sin la coordinación entre todas las administraciones": Gobierno central, regional y los ayuntamientos. "Le tiendo la mano para aprovechar esta segunda mitad de legislatura", subrayó. "No para que la aproveche el PP ni el PSOE, sino para que la aproveche la sociedad".

Aguirre, en su réplica, aceptó la oferta: "Mi mano la encontrará siempre tendida en todas las materias que ha dicho: financiación sanitaria, agua y obras. Con la mejor intención y talante, como se dice ahora, y con el mejor temple, como dicen los toreros".

Muestra de ese apretón de manos dialéctico fue la aprobación por unanimidad de la Cámara (110 votos favorables) de la propuesta del PP de promover un pacto por la Sanidad, en cuyo debate se incluirán las fuerzas políticas y sociales.

También hubo desencuentros, como el que mostró Simancas ante la propuesta del PP de dividir la región en circunscripciones electorales. "No vamos a adquirir ese traje a la medida de la conveniencia de su partido", subrayó Simancas. "Pero estamos dispuestos a estudiar otras fórmulas para reformar el Reglamento de la Asamblea".

Sus afirmaciones le sentaron muy mal a la presidenta. "No haga demagogia y no mienta", replicó con un tono muy duro. "Las propuestas de reforma de la Ley Estatutaria y Electoral son exclusivamente para que las adoptemos por unanimidad".

Pero Aguirre se había guardado un golpe de efecto para el final de su intervención. Como la oposición le había criticado la inestabilidad del empleo en la región, le sugirió al portavoz socialista que lo aplicara en su propia gestión. Y finalizó su intervención diciendo: "El PSOE está en la lista negra de las empresas con mayor índice de temporalidad".