La Generalitat denuncia que Iberia "represalia" a Barcelona

Iberia es una empresa privada y puede tomar las decisiones que crea oportunas, pero no reduciría su presencia en Barcelona si el aeropuerto de El Prat estuviera gestionado desde Cataluña. Ésta es la opinión generalizada de empresarios y políticos respecto al anuncio hecho por el presidente de la compañía, Fernando Conte, de que ésta reducirá vuelos internacionales desde Barcelona. El Gobierno catalán sostiene que Iberia represalia a Barcelona y que la compañía recibe un trato preferente de AENA.

Empresarios, sindicatos y representantes de los municipios más directamente afectados y de los partidos políticos, con excepción del PP, reaccionaron ayer de forma casi unánime: Iberia es una empresa y, como tal, puede hacer lo que quiera, pero la reducción de vuelos internacionales desde Barcelona no tiene nada que ver con la competencia de las compañías de bajo coste, sino con su gigantismo y con el trato preferente de AENA que recibe la empresa en Barajas. Joaquim Nadal, portavoz del Gobierno autónomo, dijo que el anuncio de Iberia es una "represalia política" por las ayudas del Ejecutivo a vuelos que se realicen desde Reus o Girona. Pero estas ayudas se dan a proyectos e Iberia las tendría si optara a ellas. En ningún caso reciben ayuda los vuelos de Barcelona, que es donde ha anunciado Iberia que proyecta abandonar algunas rutas.

La idea central, formulada de modo explícito por Xavier Casas, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, y por Joan Boada, portavoz de ICV en el Parlament, es que si el aeropuerto se gestionara desde Barcelona quizá no se habría evitado la decisión de Iberia, pero se habría podido prever y, sobre todo, se podría incentivar a otras compañías para suplir su marcha. Ambos, al igual que el portavoz de CiU, Josep Rull, calificaron la decisión de equivocada. Rull sugirió que si Iberia se va, abandone también el handling (asistencia en tierra a pasajeros).

La decisión de Iberia contrasta con la de Air Europa, que ayer presentó un vuelo internacional desde Barcelona a Shanghai que empezará a operar con carácter semanal el 25 de septiembre. "Pensamos ampliar nuestra presencia en Barcelona", dijo un portavoz de la compañía.

Las patronales expresaron "respeto" a la decisión, pero la consideraron "desacertada". Para Salvador Guillermo, de Fomento, la reducción de vuelos "va hacer que Iberia pierda posiciones, y es algo que acabará perjudicándole". El presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad, aconsejó a Iberia que reconsiderase la decisión, ya que Barcelona, por su posición, está mejor situada para "ser la puerta hacia Oriente". Albert Roca, de Pimec, apuntó que si Cataluña gestionara el aeropuerto, mejoraría la eficacia. UGT y CC OO consideraron "muy negativo" el anuncio.