El área de Barcelona no sufrirá restricciones antes de noviembre

La situación actual ha obligado a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), responsable de la cuenca del Segre, a convocar una sesión extraordinaria de la comisión de desembalse con el fin de gestionar la poca agua almacenada en Oliana. La comisión acordó mantener el desembalse de 4,5 metros cúbicos por segundo, sobre todo después de que los responsables del canal de Urgell decidieran adelantar casi un mes el cierre de la campaña de riegos, que habitualmente concluye a finales de septiembre.

La CHE reserva este caudal mínimo para los abastecimientos de boca de las localidades que se abastecen del canal de Urgell y para el mantenimiento del propio río. Actualmente Oliana tiene 31,2 hectómetros de agua, pero con un embalse muerto de 24 hectómetros cúbicos debido a la gran cantidad de lodos acumulados en el fondo del pantano. Por tanto, la reserva útil es sólo de siete hectómetros cúbicos, cantidad que sólo garantiza estos usos durante 30 días. Hace un año por estas fechas, Oliana estaba al 70% de su capacidad.

Ante la falta de precipitaciones, Oliana se está quedando vacío porque no puede recuperar las reservas. Ahora la aportación del Segre al pantano es de tres metros cúbicos por segundo, cuando el promedio es de 38. Desde que se inauguró, en 1958, el pantano no se ha vaciado nunca en su totalidad y por eso se ha llegado a esta situación tan apurada. Hace 15 años la CHE aprobó el proyecto de vaciado de Oliana para poder reparar las compuertas de fondo, inutilizadas desde hace mucho tiempo, y drenar su lecho, pero la operación fue aplazada sin fecha por razones técnicas dos días antes de iniciarse. El vaciado, exigido por los regantes del canal de Urgell, hubiera permitido el aprovechamiento de unos 30 hectómetros cúbicos de agua.

La CHE ha anunciado que, en el caso de que no mejoren las entradas de agua al embalse por falta de precipitaciones, volverá a reducir en Oliana el caudal de salida, que de 12 metros cúbicos por segundo ha pasado a 4,5. Si se diera esta situación, se complementaría el caudal con las exiguas reservas existentes en Rialb, del cual también se abastece el canal de Urgell. La capacidad de este pantano, situado aguas abajo de Oliana, es de 402 hectómetros cúbicos, pero ahora sólo tiene seis hectómetros cúbicos almacenados.

En el área metropolitana de Barcelona la situación también es excepcional. El Gobierno catalán tiene listo un decreto que establece la situación de emergencia. Ésta se aplica cuando un pantano queda por debajo del 20% de su capacidad. Aguas de Barcelona, la empresa que tiene la concesión de la distribución de agua en el área metropolitana, explicó ayer que tiene a punto los planes de contingencia, aunque no los hace públicos para "no alarmar" a la población".

No obstante, en caso de que el decreto de emergencia tuviera que aplicarse por llegar los pantanos del Llobregat (los más desabastecidos) al 20% de su capacidad, el agua que se recibiría para ser distribuida sería de 230 litros por habitante y día. En estos momentos el consumo medio en toda el área metropolitana es de 232 litros, por lo que los responsables de la compañía creen que la diferencia puede subsanarse con una campaña de recomendaciones de ahorro dirigida a la población. Esto haría que no fueran necesarias restricciones de ningún tipo antes de un mes más, es decir, antes de mediados de diciembre.

Las últimas lluvias han aportado agua al acuífero del delta del Llobregat, pero para que la sequía se frene tendría que llover en los orígenes de los ríos.

Ayer las tormentas provocaron nuevas inundaciones en poblaciones del Vallès Occidental (Ripollet, Barberà y Santa Perpètua), y en Molins de Rei (Baix Llobregat) un rayo causó daños en la fachada de un edifició y quemó varios televisores, aunque no hubo que lamentar daños personales, según los vecinos. El rayo cayó en un bloque de cinco plantas situado en el número 20 de la calle de Menéndez y Pelayo.