La red pública valenciana escolariza al 86% de los inmigrantes, 4,5 puntos más que la media nacional

Los datos del Ministerio de Educación dejan claro lo que la comunidad educativa sabe desde hace tiempo; la red pública valenciana escolariza a una abrumadora mayoría de los menores inmigrantes: El 86% de los chavales extranjeros cursan la educación no universitaria en centros públicos. Si se toman sólo los tramos de Primaria y Educación Secundaria Obligatoria el resultado es el mismo: 86%. En el conjunto de España, el sistema público escolariza al 81,5% de los inmigrantes. Un tercio de los alumnos de la Comunidad Valenciana acude a centros privados; el 90%, concertados.

Durante la presentación del curso escolar, el pasado miércoles, el consejero de Educación y Cultura, Alejandro Font de Mora, informó de que se habían producido 4.854 nuevas matrículas de menores inmigrantes. Preguntado sobre su distribución entre centros públicos y privados concertados -que reciben de la Generalitat el 100% de lo que cuesta la escolarización básica de cada alumno-, el consejero respondió que la distribución de los menores había sido "aleatoria". Se le preguntó entonces al consejero por qué, si dependía del azar, la red pública escolarizaba al 86% de los inmigrantes, y si su departamento tenía previsto tomar alguna medida para equilibrar el porcentaje. Font de Mora respondió que su departamento no podía interferir en la elección de centros, que los padres extranjeros realizan en el marco de "un sistema de libertades".

Los datos de la distribución de inmigrantes provienen del Avance del curso 2004-2005 de la Estadística de Enseñanzas no universitarias del Ministerio de Educación y Ciencia, y pueden consultarse en la página de Internet www.mec.es.

Uniformes y donativos

¿Por qué los padres extranjeros eligen mayoritariamente los centros públicos? Los sindicatos de enseñanza lo atribuyen a los "cobros encubiertos" que efectúan los centros concertados.

Un funcionario de los Servicios Sociales de Valencia, acostumbrado a tratar la cuestión y que no quiere que conste su nombre, empieza a poner ejemplos: "La táctica es pedir un dinero en formato de donativo y presionar para obtenerlo. Nosotros les decimos que pidan factura, para llevarla a la Inspección. Pero los centros les dicen que no hacen facturas por un donativo. Luego están los uniformes de verano y los uniformes de invierno, las mochilas del colegio, el chándal del colegio para las clases de Educación Física...". El funcionario añade: "Que una profesora le pregunte a un niño que por qué su madre no le compra el chándal como hacen todas las demás, no es fácil".

Luego está el comedor: "La conselleria saca un baremo con lo que cuesta el menú diario, sobre 3,20 euros, y se lo da a los padres en forma de becas. El menú de los concertados suele ser igual que el de la pública, pero algunos cobran 6 euros. Si tienes tres hijos, te sale a más de ocho euros al día", calcula el funcionario.

Los datos del Ministerio sobre el curso pasado indican que de los 46.253 alumnos extranjeros (en la categoría extranjero cabe igual un niño ecuatoriano que uno holandés) que cursaban la Educación Primaria y la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en la Comunidad Valenciana, 39.686 lo hacían en escuelas públicas y 6.567 en escuelas privadas.

Eso son los números globales. Los concretos dicen que el colegio L'Amistat, situado en la calle Séneca de Valencia, cerca de la avenida de Aragón y de la avenida de Blasco Ibáñez, en una zona que no destaca por la presencia de inmigrantes, había matriculados el curso pasado 45 chavales extranjeros de un total de 216 alumnos: el 21%. A cinco minutos en coche de L'Amistat está el colegio El Pilar, concertado, que tenía matriculados el año pasado, "más o menos", a 1.415 alumnos, de los cuales, "más o menos, 15" eran extranjeros (el 0,7%), según se informa en la secretaría del centro.

El colegio de los Agustinos, concertado, junto a la plaza de España de Valencia, sí da los números exactos: 23 extranjeros de 977 alumnos, el 2,3%. Y a tres calles de allí, está el Lluís Vives, público, que matriculó el curso pasado a 217 chavales, 44 de ellos inmigrantes, el 20%.

El Ballester Fandos, en la Malva-rosa, tiene un 33% de inmigrantes, un 33% de niños de etnia gitana y un 10% de payos con "desventajas económicas". En el centro admiten que algunos padres, antes de matricular a sus hijos, preguntan "cuántos inmigrantes hay", y que una vez informados se llevan a sus hijos a otro colegio. Por ejemplo a las Escuelas Pías, también en la Malva-rosa, donde el dato proporcionado vuelve a ser aproximado: "Podrían ser 15" inmigrantes entre "más de 600 alumnos". Pudiera ser un 2%.