"Las maletas volaban como el papel"
Los pasajeros de un avión vieron que volvía a elevarse al topar con el tornado en su intento de aterrizaje
Los pasajeros que sobrevolaron ayer el aeropuerto de El Prat justo en el momento del paso de los tornados vivieron momentos de tensión. Toni Postilla viajaba en un avión de Iberia que había despegado de Madrid y tenía que aterrizar en Barcelona a las 19.00. Sin embargo, al llegar al aeropuerto catalán "todo empezó a moverse", explicó. Desde las ventanillas del avión percibió la dimensión de la tormenta. "Parecía que entrábamos dentro del tornado", dijo.
El avión abortó la maniobra de aterrizaje y elevó de nuevo el vuelo. Los pasajeros vieron que uno de los dos espectaculares fenómenos meteorológicos "levantaba el morro de un avión, que daba vueltas". El viento "arrastró las escaleras de acceso a las aeronaves por las pistas y se elevaron las maletas" a varios metros de altura, narró Eva Gras, pasajera del mismo vuelo. "Las maletas volaban como papeles", dijo Ramon Sitges, que pretendía volar a Palma. El joven había tomado una fotografía con su móvil. "El tornado se ha llevado parte de un hangar", exclamó aún con incredulidad. "Santiago Segura viajaba con nosotros y estaba muerto de miedo, como todos", afirmó Vicente Cordero y corroboraron sus compañeros de viaje.
Una vez pudieron aterrizar los numerosos aviones que sobrevolaban Barcelona, los viajeros tuvieron que esperar en su interior a que pasara la tormenta, ya que la violencia del temporal hacía imposible poner pie en tierra.
En un vuelo de Iberia que debía partir hacia Madrid el comandante informó a los pasajeros de que el avión no saldría "porque AENA debía revisar todas las pistas", señalaron otros pasajeros. Algunos de ellos procedían de otro avión de la compañía que se había averiado a primera hora de la tarde y no había podido salir a la prevista.
En las terminales se agolpaba un gran número de personas que recibían la noticia de que no podrían volar hasta próximo aviso. "Todos los aviones de Madrid están dando la vuelta", dijo con desesperación Javier Velasco, un empresario que deseaba volver a casa. Las personas que se acercaban al aeropuerto se vieron sorprendidas por la visión de los tornados. Al lado de uno alargado y estrecho se deshacía otro de mayores dimensiones que iba abandonando progresivamente las instalaciones. La intensa lluvia inundó zonas del aparcamiento exterior a las terminales.
No es la primera vez que se produce en Cataluña un fenómeno metereológico como el de ayer. En agosto de 2003 hubo una turbonada en Vic (Osona), y en octubre de 2002 un tornado causó destrozos en la Cataluña central.
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