La narcosala de Vall d'Hebron atrae a sólo 19 toxicómanos en el primer mes

La narcosala de Vall d'Hebron de Barcelona ha contado durante el primer mes de funcionamiento con sólo 19 usuarios. Es una cifra que la presidenta de la Agencia de Salud Pública municipal, Imma Mayol, calificó ayer de "excepcional". Por dos razones, argumentó, porque arrancó en pleno verano, cuando todo funciona a medio gas, pero fundamentalmente por la oposición que desde el primer día ha generado el equipamiento, con airadas y violentas protestas por parte de un sector de los vecinos, que llegaron a causar destrozos y a abalanzarse sobre usuarios y profesionales en los primeros días.

Los 19 toxicómanos están, sin embargo, muy lejos de los 160 usuarios que a diario acuden a la pionera y saturada sala Baluard, en Ciutat Vella. Pese a la poca afluencia, Mayol destacó que el 70% de los usuarios son vecinos del distrito de Horta-Guinardó. El 30% restante han sido derivados desde el hospital de Vall d'Hebron. Ambos grupos responden al perfil para el que se creó un equipamiento que busca acercarse al máximo a sus usuarios potenciales.

Mayol hizo público el balance del primer mes de la sala un día después de la primera reunión de seguimiento, que se celebró el pasado lunes y en la que participaron todos los grupos municipales con representación en el distrito, responsables de sanidad y de seguridad ciudadana, comerciantes y las asociaciones de vecinos de la zona que no han rechazado el proyecto. No participaron, como medida de protesta, las cuatro asociaciones que constituyeron la plataforma contra la narcosala: Vall d'Hebron, Penitents-Taxonera, Montbau y Sant Genís.

En respuesta precisamente a uno de los temores expresados por estas asociaciones, Mayol explicó que en estas semanas no se ha registrado ningún conflicto de seguridad vinculado a los usuarios de la narcosala.