El Gobierno avanza que no interferirá en la oferta si recibe luz verde de los reguladores

El Gobierno adelantó ayer que actuará con neutralidad ante la oferta pública de adquisición (OPA) de Gas Natural sobre Endesa. El Ejecutivo "no va a poner impedimentos" a la operación, según fuentes próximas al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, siempre que cuente con el visto bueno de los organismos reguladores y que no perjudique a los consumidores. El PP mostró ayer rechazo a la operación. "Podría poner en peligro el equilibrio competitivo de los mercados y los intereses de los consumidores", dijo el responsable de Economía del PP, Miguel Arias Cañete.

El cambio en el mapa energético entra dentro de los planes del Gobierno. A diferencia de la frustrada OPA de Gas Natural sobre Iberdrola en 2003, que se topó con el rechazo del Gobierno del PP y del órgano regulador de los sectores energéticos -el veto político de la Comisión Nacional de la Energía (CNE)-, el nuevo intento de Gas Natural de engullir a un gigante eléctrico cuenta con el respaldo del Ejecutivo socialista, firme partidario de los campeones nacionales -grandes operadores implantados en los mercados internacionales- en sectores estratégicos.

El Ejecutivo "no va a poner impedimentos" a la operación, señalaron fuentes del Gobierno, siempre que cumpla dos condiciones: contar con el visto bueno del Tribunal de la Competencia y de la CNE y "respetar los intereses de los consumidores". Gas Natural, presidida actualmente por Salvador Gabarró, empezó a fraguar la oferta poco después de las elecciones del 14-M, ha mantenido informados de sus planes tanto al Gobierno como a la Generalitat y a otras empresas como Iberdrola, que dirige Ignacio Sánchez Galán.

Preguntado por los periodistas antes de la presentación oficial de la oferta, el ministro de Industria, José Montilla, aseguró ayer en Santander que aún "no es el momento de hablar. A lo largo de estos días tendremos ocasión de hacerlo, cuando se conozcan las características de la operación".

Frente a la posición neutral del Gobierno, el PP mostró un rechazo frontal a la operación. El secretario ejecutivo de Economía del PP, Miguel Arias Cañete, argumentó que la OPA "podría poner en serio peligro el equilibrio competitivo de los mercados y los intereses de los consumidores". Según Arias Cañete, la operación supondría una "concentración sin precedentes" en el mercado energético, con los tres operadores dominantes bajo el control de La Caixa.

Los analistas bursátiles destacaron el componente político de la oferta de Gas Natural sobre Endesa, aunque la mayor parte de los expertos resaltó también que la operación "tiene sentido" desde el punto de vista estratégico. Para los expertos consultados, es difícil que Caja Madrid, presidida por Miguel Blesa y primer accionista de Endesa, acepte de buen grado la operación, puesto que tendría una participación minoritaria en la compañía resultante.

Consumidores

Las asociaciones de consumidores explicaron que la compra de Endesa por parte de Gas Natural puede ser positiva, pese a los problemas de competencia que plantea. La Federación de Consumidores en Acción (Facua) aseguró que la integración puede traer consecuencias positivas para los consumidores y el mercado, pero criticó el hecho de que se trate de una OPA hostil, "ya que resta margen a la empresa eléctrica, con mucha más experiencia en este sector que la gasista, para defender criterios sobre el funcionamiento de la compañía resultante". Por contra, la Organización de Consumidores y Usuarios de Catalunya (OCUC) consideró que la concentración del mercado energético en esta comunidad que se produciría si prosperara la OPA de Gas Natural sobre Endesa "no sería buena", ya que eliminaría el derecho a escoger compañía para el suministro energético.