La hospitalización de Chirac aviva la batalla entre Sarkozy y Villepin
La hospitalización del presidente francés, Jacques Chirac, ingresado el sábado a causa de un accidente vascular cerebral, ha avivado la batalla entre el primer ministro, Dominique de Villepin, y el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. Este último dejó claro ayer mismo ante militantes del gubernamental Unión para un Movimiento Popular (UMP) que tiene la intención de presentarse a las presidenciales de 2007, cuente o no con el respaldo de Chirac: "Nada ni nadie, realmente nadie, podrá impedirme ir hasta el límite en mi empeño de estar a la altura de la cita de 2007", afirmó.
Mientras Chirac se recupera, la vida política francesa parece acelerarse: Sarkozy lanzó varias puyas políticas en dirección a Villepin, el protegido de Chirac, a quien acusa de copiarle sus ideas. "Le agradezco al primer ministro que haya aceptado varias de nuestras propuestas", ironizó, antes de declarase al mismo tiempo libre de cualquier tipo de solidaridad gubernamental. "La UMP no respalda al Gobierno, sino que abre su camino, le fija una perspectiva, para ganar la batalla de la comunicación, para imponer nuevos temas, para convencer a nuestro electorado", enfatizó Sarkozy.
Chirac se encuentra en un "estado muy satisfactorio", según los médicos del hospital militar de Val de Grâce, de París. "La atención médica se prolongará, tal y como estaba previsto, algunos días", agregó el parte médico. El presidente recibió la primera visita de su esposa, Bernadette, y la segunda, de su jefe de gabinete, que le informó del nuevo incendio ocurrido en la región parisiense.
Las declaraciones de los médicos no especifican las causas del incidente y tampoco precisan ninguna fecha para su retorno a la plena actividad. El miércoles el Consejo de Ministros será presidido por Villepin, que anoche no pudo asegurar si el presidente podrá acudir a la cumbre de Naciones Unidas del próximo 14 de septiembre en Nueva York.
