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El Consell supedita su acuerdo con Marruecos a la exención cerámica

El PP exige a la UE que actúe para salvar las exportaciones

María Fabra

El vicepresidente de la Generalitat, Víctor Campos, explicitó ayer el arma con la que cuenta el Consell para presionar al Gobierno marroquí en su intención de aplicar el 77% de aumento a los aranceles a las importaciones azulejeras. El Consell persigue, de esta manera, lograr que el gobierno marroquí exima a los productos españoles y, específicamente, a los castellonenses de la medida proteccionista.

Campos calificó de "razonable y entendible" que el Consell condicione el futuro acuerdo comercial, pendiente de firmar con Marruecos, a que las autoridades del país vecino liberen a los importadores cerámicos del incremento del arancel que se ha fijado para proteger a la industria local de la vertiginosa importación china. El convenio que la Generalitat está a punto de firmar con Marruecos pretende, en primer lugar, la creación de oficinas mixtas con el fin de facilitar la implantación de empresas valencianas en el país vecino, una medida que resultaría muy beneficiosa para Marruecos, ya que supondría la entrada directa de inversiones. Además, el Consell pretende crear en tierras marroquíes plataformas logísticas, incluso ha planteado la compra de suelo industrial para facilitar la apertura de industrias de capital valenciano en el norte de Marruecos.

Víctor Campos, dijo explícitamente que los proyectos pendientes con Marruecos "podrían verse afectados" si no se solucionan los problemas del sector cerámico español a causa del bloqueo marroquí. Los planes impulsados por ambas administraciones "podrían verse afectados en la forma y en el tiempo, en función de que se puedan encontrar soluciones definitivas a los productos cerámicos", señaló. Aún así, manifestó que la velada amenaza "no es una actitud que busque ningún tipo de enfrentamiento con nadie", sino que la intención del Gobierno valenciano es la de "continuar con esta política de entendimiento que favorezca a nuestras empresas y también el desarrollo económico de Marruecos".

Pese a ello añadió: "No entenderíamos en ningún caso que estas relaciones sólo pudiesen llevarse en cuestiones que interesasen a Marruecos y no en todas". Así, expuso como buena la propuesta formulada por la patronal cerámica, Ascer, que pretende que la medida de salvaguardia se limita a los productos que se venden por debajo de un umbral de precio que sobrepasan los españoles y al que no llegan los chinos.

Víctor Camps se reunió ayer en Castellón con la patronal cerámica y con el consejero de Economía, Justo Nieto, quien, tras anunciarse la medida de salvaguardia, que aún no se ha aprobado, ya ha mantenido una conversación con el ministro de Industria marroquí, quien, según dijo, desconocía las dimensiones de la medida. Además, según desveló, el ministro marroquí señaló a los empresarios locales y a su "presión e influencia", como origen de la adopción de la cláusula proteccionista.

Mientras, el eurodiputado del PP, José Manuel García-Margallo, exigió ayer al comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, una actuación firme ante Marruecos para que no bloquee las exportaciones de azulejos y, para ello, presentó una interpelación urgente para que dé respuesta y actúe ante el anuncio de las autoridades marroquíes de incrementar el arancel que grava las importaciones de pavimentos esmaltados del 35% actual al 77%.

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