Estafados un centenar de vecinos de Russafa tras copiar sus tarjetas

Más de un centenar de vecinos de Russafa, cifra aún provisional, han sido víctimas de la copia ilegal de sus tarjetas de crédito. Un dispositivo camuflado en la estructura del propio cajero automático de una oficina ubicada en la avenida del Doctor Waksman ha copiado los datos de más de un centenar de tarjetas. Los afectados que ya han descubierto en sus extractos bancarios cargos irregulares comenzaron a denunciar los hechos desde el pasado viernes. Noches de hotel en distintas ciudades españolas, facturas de carburante, cenas, comidas, compras en tiendas de lujo son algunas de las operaciones que han supuesto una importante disminución de los saldos.

Manuel, uno de los afectados, explicaba ayer a las puertas de la entidad bancaria que inicialmente pensó en un error y que supo por el propio banco lo ocurrido cuando se acercó a preguntar qué había pasado. "Me he sentido burlado, robado y además como un payaso", declaró. Las denuncias que se conocen van desde los 300 euros a los más de 3.000. Tanto el banco como la policía se resistían ayer a cuantificar el fraude convencidos de que aún hay afectados que no se han dado cuenta de los cargos contra su cuenta que ellos no han realizado. La Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu) y la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) emitieron ayer sendos comunicados alertando a los usuarios, llamando a la extrema prudencia en las operaciones en cajeros automáticos, aunque estén protegidos, que pasa entre otras prácticas por tapar siempre el teclado cuando se introducen las claves personales, y animando a la reclamación.