El Ayuntamiento de Barcelona utiliza agua potable para la limpieza de calles en Gràcia y Ciutat Vella

Barcelona utiliza agua potable para la limpieza de las calles de dos distritos: Ciutat Vella y Gràcia. El decreto sobre las medidas de ahorro de agua con motivo de la sequía, en su artículo 13, establece: "Los ayuntamientos y otros entes locales no podrán destinar agua potable para el funcionamiento de fuentes ornamentales y, excepto en condiciones extraordinarias, como motivos higiénicos, tampoco podrán usarla para limpiar calles". El Ayuntamiento de Barcelona, explicó ayer la gerente de limpieza, Núria Badia, sostiene que la situación de estos distritos, donde no pueden entrar grandes cubas para limpieza, exige el uso de agua por motivos higiénicos y no puede ser captada en todos los casos del freático barcelonés.

El Ayuntamiento de Barcelona tiene varios tipos de vehículos para la limpieza viaria. Los grandes, con capacidad para 12.000 litros de agua, cargan directamente del freático, es decir, agua del subsuelo no apta para el consumo. Pero hay una serie de vehículos más pequeños, las barredoras mixtas, cuya capacidad es mucho menor: 500 litros de agua. Todos ellos salen de la zona del Fòrum con agua del subsuelo, pero puede ocurrir, reconoció ayer Núria Badia, que lleguen al final del recorrido sin agua y si les queda algo por limpiar o tienen que actuar en un alcantarillado atascado por hojas de los árboles, necesitan agua y la toma de los puntos disponibles. En estos casos, reconoció Badia, el agua que se utiliza es potable. Y se hace así porque no en toda Barcelona hay tomas de agua del subsuelo y, cuando por lo que sea (obras o mayor suciedad de la prevista) las barredoras agotan el agua, la única posibilidad que les quedaría sería volver al punto de partida, lo que haría que se superasen los horarios laborales.

El Ayuntamiento de Barcelona impuso a las empresas a las que ha contratado el servicio de limpieza que adaptaran sus vehículos para que pudieran cargar el agua del subsuelo barcelonés, pero hay dos distritos donde los grandes camiones de limpieza no pueden actuar y donde es imprescindible, como dice el decreto sobre la sequía, el uso del agua para limpiar. Estos distritos son Gràcia y Ciutat Vella, donde, además, se produce una gran cantidad de porquería de origen humano, en especial, orines y vómitos, que exigen una intervención enérgica de los responsables de la limpieza.