En España se controla un vuelo de cada mil

Cada Estado es responsable de controlar la seguridad de sus propias compañías aéreas, según la Organización de Aviación Civil Internacional. La explosión del tráfico aéreo de los últimos años se tradujo en un incremento del número de compañías. Un total de 900 líneas aéreas volaban en 2004, 150 más que en 1995. Tras las cinco catástrofes de este mes, que costaron la vida a más de 330 personas, se ha reavivado el problema de la seguridad y de los controles.

En España se hicieron el año pasado 213 inspecciones, según datos del Ministerio de Fomento, frente a los más de dos millones de vuelos registrados por los aeropuertos. Esto supone un control por cada mil.

Cuando se trata de seguridad aérea, el comandante Gustavo J. Barba, responsable de seguridad del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC), es tajante: "Se ha creado un agujero negro sobre la situación de la seguridad en las operaciones aéreas. La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) carece de medios, personal especializado con capacidad para apoyar, gestionar y supervisar el cumplimiento y adecuación normativa de los operadores".

Para el Ministerio de Fomento, del que depende la DGAC, "no hay en España ningún avión que no pase al menos una inspección de mantenimiento al año", explicó un portavoz. "Se realiza un seguimiento", añadió.

Otro de los controles habituales se hace para evaluar la seguridad de los aviones de compañías extranjeras. Para ello, en 1996 la Conferencia Europea de Aviación Civil (CEAC) estableció los controles SAFA, que consisten en verificar 53 puntos relacionados con la seguridad (estado exterior del avión; certificado de navegabilidad, licencia de pilotos, etcétera). En toda Europa se realizaron 4.500 de estos controles durante 2004, 1.640 de ellos en Francia. En España se hicieron 43, según las cifras facilitadas por Fomento. Si se encuentra un fallo importante se impide al avión volar hasta que se resuelve el problema (20% de los casos en 2004).

El presidente del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), Andoni Nieto, confirma, sin embargo, los temores de la COPAC: "El problema en España es que no hay inspecciones, aunque se sepa que muchas compañías no respetan las normas". Nieto considera positiva la publicación de una lista negra, aunque hace hincapié en que "las grandes compañías nacionales también se someten a las reglas de la globalización y muchas hacen ahora sus revisiones técnicas en África o América Latina, donde la mano de obra es más barata".

Al parecer España no tendrá ningún dato que aportar a esa lista negra. Y no lo hará porque, según fuentes del Ministerio de Fomento, "no hay ninguna compañía vetada para volar en el espacio aéreo español".