Un brote de violencia amenaza con frenar la descolonización israelí
La muerte de cinco palestinos y de un judío rompe la tregua previa al desalojo de Gaza
La tregua que ha acompañado el proceso de descolonización de la franja de Gaza amenaza con estallar y convertirse en un baño de sangre. En poco menos de 24 horas, un israelí y cinco palestinos han muerto como consecuencia de diversos enfrentamientos registrados en Cisjordania y Jerusalén. La comunidad internacional, alarmada, ha llamado a conservar la calma. La violencia podría abortar los esfuerzos para poner de nuevo en marcha el proceso de paz.
La espiral se desencadenó el miércoles por la noche, cuando un palestino asesinó con un cuchillo a un estudiante ultraortodoxo judío de una yeshiva (seminario) en la ciudad vieja de Jerusalén, provocando la respuesta inmediata del Ejército israelí, que efectuó una incursión en el campo de refugiados de Tulkarem, matando a dos milicianos y a tres adolescentes.
Pocas horas más tarde, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa rompían su silencio para disparar un misil artesanal sobre la ciudad israelí de Sderot, al tiempo que los integristas de Yihad Islámica anunciaban en un comunicado emitido desde Gaza que "el enemigo debiera preparar los ataúdes porque responderemos rápidamente en la profundidad de la entidad sionista", es decir, de Israel. Por su parte, Sharon se reunió ayer con los mandos militares para estudiar la situación y preparar una respuesta.
Todos estos elementos perfectamente combinados han colocado de nuevo a israelíes y palestinos frente a frente, como en los peores momentos de la Intifada, cerrando de esta manera un proceso de tregua que se inició hace más de un mes, cuando se puso en marcha la evacuación de los asentamientos de la franja de Gaza. La espiral de violencia amenaza con abortar la continuación del proceso de descolonización, incluida la retirada militar de Gaza y la devolución de los territorios a la Autoridad Nacional Palestina, prevista para mediados de septiembre. Además, esta oleada de tensión hace difícil las tentativas de diálogo que israelíes y palestinos deberían iniciar en las próximas semanas bajo la égida de Estados Unidos y la Unión Europea, para aplicar la Hoja de Ruta e intentar nuevamente la puesta en marcha de un proceso de paz.
Mientras que israelíes y palestinos se intercambiaban como es habitual todo tipo de acusaciones, Ariel Sharon confirmaba ayer oficialmente su intención de continuar con la expropiación de 120 hectáreas a los palestinos para permitir así seguir con las obras de construcción del muro en torno a Jerusalén Este. Esto posibilitará la ampliación del asentamiento judío de Male Adumin y la división de Cisjordania en dos partes. La actuación israelí supone un desafío abierto a la Casa Blanca, que de manera clara advirtió al Gobierno de Sharon, hace unos meses, que no llevara a termino estas obras, ya que ello hipotecaría cualquier acuerdo y haría imposible la proclamación de un Estado viable para los palestinos.
En este ambiente inestable, Javier Solana viajará este fin de semana a Oriente Próximo para pulsar sobre el terreno la evolución de la retirada israelí, informa desde Bruselas Ricardo Martínez de Rituerto. Para el Alto Representante para la política exterior de la Unión Europea, el repliegue constituye un "avance histórico". Se trata de la primera visita internacional a la zona tras el desalojo de los colonos. Solana se entrevistará el domingo con Ariel Sharon, antes de recorrer el lunes y el martes Gaza, donde se reunirá con los altos responsables palestinos, entre ellos el presidente, Mahmud Abbas. El representante europeo busca información de primera mano sobre la situación a ambos lados de la frontera israelo-palestina tras la primera fase de la evacuación, a la que deben seguir la retirada de los soldados israelíes, que culminará el 7 de septiembre, y la retrocesión del territorio a la Autoridad Palestina.
Para este año, la Comisión Europea prepara ayudas por valor de 60 millones de euros, que se suman a otros 20 ya aprobados para los refugiados en Gaza.
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