El futuro Consejo de Seguridad, en el aire

La celebración del 60º aniversario de Naciones Unidas debía servir, entre otros objetivos, para introducir un equilibrio de poder en el órgano que vela por la paz mundial: el Consejo de Seguridad, compuesto en la actualidad por cinco miembros permanentes con derecho de veto -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido- y 10 rotatorios.

Pero la negociación para introducir nuevos asientos está sumida en un difícil impasse, que puede acabar en fracaso. Las posiciones de los países están cada vez más distantes.

Hay divisiones de intereses a escala regional, entre países grandes, pequeños y de tamaño medio, e incluso entre aliados tradicionales. EE UU, por ejemplo, se opone a que se sumen más de dos nuevos asientos permanentes en este órgano, se niega a la extensión del derecho de veto y aceptaría como máximo tres nuevos puestos rotatorios, para así ampliar el órgano de 15 a 20 miembros.

En el otro frente está el conocido como G-4, integrado por Alemania, Japón, India y Brasil, que aspiran a ocupar un puesto en la primera liga del Consejo de Seguridad. Para ello proponen la creación de seis nuevos puestos permanentes y cuatro rotatorios, lo que elevaría el total de miembros a 25. Esta idea contaba con el apoyo de Francia y Reino Unido, pero con la oposición de China, Rusia y EE UU.

Los países de la Unión Africana planteaban una alternativa similar a la del G-4, aunque más radical. Además, está el grupo denominado Unidos para el Consenso, liderado por Italia, que se muestra partidario de una ampliación a 25 países del Consejo de Seguridad, pero concentrándose sólo en los puestos rotatorios. Con esta idea simpatiza España, que se opone a la creación de nuevos puestos permanentes y a una reforma que no cuente con el máximo consenso posible.

Pero en este momento la negociación está empantanada y el G-4 se está planteando la posibilidad de no presentar su propuesta a votación, al no contar con la mayoría suficiente, lo que en la práctica conllevará a que la reforma quede archivada ya antes de que arranque la cumbre de septiembre, como indicaron fuentes diplomáticas de la ONU. El grupo Unidos para el Consenso se mantiene entre tanto a la expectativa.