CiU considera que el decálogo de Maragall es "un paso atrás"
El decálogo enunciado el miércoles por el presidente de la Generalitat con los puntos que a su juicio han de ser la base del nuevo Estatuto catalán provocó ayer reacciones contradictorias. El principal grupo de la oposición, el de Convergència i Unió (CiU), lo calificó como "un paso atrás" en algunos aspectos. En cambio, el portavoz de Esquerra Republicana (ERC), Joan Ridao, lo valoró como "un acercamiento" a la posición de su partido, y de CiU, en la controversia sobre si la invocación de los derechos históricos sirve o no para amparar las competencias de la Generalitat.
El diputado Francesc Homs, uno de los ponentes de CiU en la redacción del Estatuto, afirmó que este decálogo, que en realidad consta de 11 puntos, "es una aportación neta a la gran confusión". Advirtió de que los puntos son menos concretos que los 218 artículos de que consta el proyecto de Estatuto aprobado en julio en trámite de Comisión parlamentaria y en algunos aspectos servirían para marcar "algún autogol".
Homs agregó que Maragall "se equivocó" de método si al lanzar este decálogo quería abrir vías de acercamiento. Porque ahora, subrayó, "los escollos no son sobre principios genéricos, sino sobre asuntos muy concretos y precisos".
Ridao y Saura
En cambio, Ridao valoró el decálogo como "un conjunto de postulados singulares y personalísimos que se inscriben en la tradición federalista de una parte de la izquierda catalana". Esto permite la coincidencia parcial con Esquerra, agregó, aunque habrá que ver si el PSC lo utiliza para basar en él una apelación a los derechos históricos como la exigida por ERC y CiU.
En su calidad de presidente de Iniciativa Verds (ICV), Joan Saura hizo ayer un llamamiento a los demás partidos para superar las diferencias sobre los derechos históricos. Saura, que es también el consejero del Gobierno catalán encargado de impulsar la redacción del Estatuto, destacó que la disposición adicional del proyecto de Estatuto que vincula derechos históricos y competencias de la Generalitat "no tiene efectos prácticos sobre el autogobierno". Y que, por lo tanto, "es de esquizofrenia política" que haya provocado una crisis. En su opinión, esta crisis es "falsa", aunque admite que ha provocado "una confusión y degradación" del alto valor político que tiene el proyecto de reforma.
Según Saura, el blindaje de las competencias se realiza en el nuevo Estatuto "en cada uno de los artículos" correspondientes a cada materia. "La disposición adicional no añade nada a este blindaje", sentenció.
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