_
_
_
_

Alemania eleva el déficit al 3,6% mientras la economía se estanca

Mejoran las expectativas ante la posibilidad de un cambio de Gobierno

La Oficina Federal de Estadística anunció ayer en Wiesbaden que el déficit del sector público y de la seguridad social en Alemania alcanzó un 3,6% del producto interior bruto (PIB) en la primera mitad del año y supera una vez más la exigencia de la Unión Europea de no rebasar el 3% del PIB. Al mismo tiempo, la estadística pone de manifiesto que la economía alemana permaneció estancada y no creció nada el segundo trimestre de este año.

El agujero del déficit público alemán en la primera mitad del año alcanzó los 39.000 millones de euros, un 3,6% del PIB. Alemania, el país que llevó la voz cantante en la UE a la hora de imponer el límite del 3% al déficit público, al establecer los criterios de convergencia del Pacto de Estabilidad de Maastricht, lleva camino de incumplirlo por cuarto año consecutivo. Para finales de año se estima que el déficit alemán oscilará en torno al 3,7%. El ministro federal de Economía, el socialdemócrata Hans Eichel (SPD), ya da la batalla por perdida de cumplir con las exigencias de Maastricht este año y los dos venideros. Eichel calcula que el déficit será un 3,4% del PIB en 2006 y un 3,1% el 2007.

Este déficit de Alemania se explica con facilidad a la vista de la otra cifra que los estadísticos de Wiesbaden publicaron ayer. La locomotora económica de Europa no se movió de su sitio en toda la pasada primavera. El crecimiento de la economía alemana en el segundo trimestre fue cero. Se ha venido abajo el 0,8% de incremento del PIB del primer trimestre de este año. La economía alemana padece raquitismo con un crecimiento mínimo e incluso bajadas.

Semejantes tasas de crecimiento convierten en una tarea imposible la reducción de forma palpable del número de parados, con el consiguiente efecto de caída en la recaudación fiscal e incremento de las cargas sociales por los pagos del seguro de desempleo. Esto implica un aumento del déficit público y el consiguiente incumplimiento de los criterios de convergencia. En definitiva: un círculo vicioso difícil de romper.

Los factores del estancamiento de la economía alemana son en parte crónicos, la debilidad del consumo privado, y también nuevos, como las consecuencias de la subida de los precios del petróleo. La buena marcha de las exportaciones, el puntal de la economía alemana, que registraron un incremento del 1,2% en el segundo trimestre, quedó devorada por la subida de un 2,3% de las importaciones como consecuencia del alza de la factura petrolera.

Las cifras pintan un negro panorama, pero, a pesar de ello, se registra optimismo en los analistas. Se publicó ayer el índice ZEW que el instituto de Mannheim elabora a partir de una encuesta entre más de 300 analistas y expertos financieros. El índice ZEW subió por tercer mes consecutivo y alcanzó con 50 el máximo nivel desde septiembre del año pasado. Esta subida de 13 puntos permitió al ministro federal de Economía y Trabajo, el socialdemócrata Wolfgang Clement (SPD), lanzar las campanas al vuelo y anunciar la puesta en marcha de la locomotora. Sostiene Clement: "La coyuntura interna arranca de nuevo. La gente recupera la confianza. Las señales positivas se acumulan. Tras muchas valoraciones extraordinarias procedentes del extranjero [se refiere a un informe del semanario The Economist], se impone también aquí que Alemania empieza de nuevo a remontar. Estamos en el camino correcto: fuera del valle

de lágrimas en el que algunos nos quieren meter por motivos políticos claramente visibles".

No dice nada Clement (SPD) de lo que varios analistas apuntaban ayer al interpretar la subida del índice ZEW sobre las expectativas de la economía alemana. Se atribuye el optimismo a la posibilidad del cambio de Gobierno en

las elecciones del próximo 18 de septiembre, que, según los últimos sondeos, dejarían a Clement y a los suyos fuera del Gobierno federal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_