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Los Mossos alertan del aumento de extranjeros antisistema en Barcelona

Algunos están perseguidos en sus países, señala un informe

Lluís Pellicer

Barcelona se ha convertido progresivamente en la ciudad de residencia de grupos de extranjeros antisistema, en especial anarquistas italianos y franceses, por la menor presión policial en comparación con otras ciudades, según indica un informe de los Mossos d'Esquadra. El documento expone que "una buena parte" de estos jóvenes buscan refugio en Barcelona porque tienen causas pendientes en sus países.

Los movimientos antisistema han sido objeto de dos estudios del Área Central de Análisis de la División de Información de los Mossos d'Esquadra, que ayer difundió la cadena SER. En ellos, se constata que Barcelona es una de las ciudades de residencia preferidas por estos grupos porque "pueden realizar sus actividades con una cierta impunidad". Estas actuaciones, detalla el informe, son "okupaciones, la difusión de ideas antisistema, concentraciones, manifestaciones y pequeños delitos".

Los Mossos señalan que la tendencia del movimiento okupa es radicalizar sus actuaciones y realizar más actos violentos. Además, se constata la vinculación entre "ateneos libertarios y grupos anarquistas pro presos de una forma de ser especialmente radical y violenta".

Albert Martínez, portavoz del movimiento okupa en Barcelona, criticó que "en democracia se elaboren informes sobre los movimientos sociales" y recordó que la difusión de ideas no es un delito en España. Martínez admitió que hay más jóvenes italianos de ideología anarquista en Barcelona, y lo atribuyó a la severidad de las nuevas leyes italianas, que, aseguró, "ilegalizan a todo grupo que se cuestione el actual funcionamiento del Estado, aunque sea con su discurso".

Sin embargo, los Mossos constatan que la presión policial y judicial ha aumentado en Barcelona, lo cual está comportando que los okupas se desplacen a otras ciudades del área metropolitana. A ello ha contribuido la reforma del artículo de usurpación del Código Penal, puesto que ya no es necesario esperar a que una sentencia sea firme para que se ejecute un desalojo. El tiempo medio de ocupación en Barcelona no supera los tres años, por lo que eligen otras ciudades como Badalona, donde ya hay 40 casas tomadas por estos colectivos.

El número de espacios ocupados en Cataluña se mantiene estable porque tras los desalojos se producen las mismas ocupaciones. Los Mossos opinan que el volumen de ocupaciones "va en aumento y de forma imparable". Hay 300 edificios con presencia de estos movimientos. El año pasado se produjeron 40 desalojos, pero también 40 nuevas ocupaciones. Barcelona y su área metropolitana concentran más de 200.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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