EE UU hace concesiones a los islamistas para aprobar la Constitución de Irak

Las concesiones de Estados Unidos a los islamistas sobre el peso que la religión tendrá en el futuro político de Irak han desbloqueado las conversaciones sobre la Constitución iraquí, señalaron ayer los negociadores mientras continuaban discutiendo a contrarreloj antes de que expire, en la noche del lunes, el plazo para aprobar el borrador de Carta Magna. Diplomáticos estadounidenses que habían insistido en que la Constitución iraquí debe recoger la democracia y la igualdad de derechos han declinado hacer comentarios sobre este acuerdo.

Los representantes chiíes, suníes y kurdos en la Comisión Constitucional están de acuerdo en que el islam debe desempeñar un papel importante en la futura ley fundamental de Irak, pero los kurdos seculares consideran que debe ser "una" fuente de derecho, no "la" fuente como marca el acuerdo.

"Creemos que los estadounidenses han aceptado las reclamaciones de los chiíes", afirmó un político kurdo. "Es chocante, no encaja con los valores estadounidenses. Han gastado tanto dinero y sangre aquí para crear al final un Estado islámico. No puedo creerme que sea eso lo que quieren los estadounidenses", agregó.

El embajador de EE UU en Irak, Zalmay Khalilzad, ha desarrollado un papel muy intenso en las negociaciones durante la última semana desde que, el pasado lunes, el Parlamento iraquí evitó su disolución y la convocatoria de elecciones anticipadas al conceder una semana más a los miembros de la Comisión Constitucional para redactar el borrador.

El modelo federal de Irak, con la reclamación de chiíes y kurdos de amplia autonomía para los territorios en los que son mayoría, también ha bloqueado el proceso de negociación constitucional.

Un representante del principal partido chií confirmó el acuerdo sobre el papel del islam, mientras que el negociador suní, Saleh al Mutlak, aseguró que el pacto prevé que ninguna ley aprobada por el Parlamento podrá "contradecir los valores islámicos". "Los estadounidenses estaban de acuerdo con esto, siempre y cuando se respetasen los principios democráticos", dijo Al Mutlak, quien, sin embargo, reiteró la oposición al federalismo de los suníes -el grupo étnico minoritario en Irak, pero que mantenía el poder bajo Sadam Husein-. Una manifestación contra el federalismo tuvo lugar ayer en Ramadi, una ciudad del oeste de Bagdad que se ha convertido en uno de los bastiones de la insurgencia.

Los estadounidenses creen que la crisis política derivada del fracaso de las negociaciones sobre la Constitución incrementaría todavía más los ataques de la insurgencia, mayoritariamente suní. Ayer, un soldado estadounidense murió por la explosión de una bomba al paso de su convoy, mientras que tres soldados iraquíes fueron abatidos en Faluya, otro bastión de la guerrilla.