Saura aboga por celebrar una nueva cumbre de líderes para limar las diferencias sobre el Estatut

El consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura, abogó ayer por la celebración de una nueva cumbre entre los líderes políticos catalanes para limar las discrepancias en torno al nuevo Estatuto de Autonomía, que ahora se concentran en dos aspectos: los derechos históricos y la financiación. Saura consideró que una reunión al más alto nivel sería "positiva" y debería celebrarse una vez conocido el dictamen del Consejo Consultivo. Tanto Saura como el líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, se mostraron convencidos de que el acuerdo para la reforma es posible, pese a las dificultades surgidas.

El consejero negó que la fecha indicada por el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, como límite para aprobar el Estatut, el 24 de septiembre, pueda interpretarse como "un ultimátum". El Estatut debe aprobarse "en torno a ese día, a finales de septiembre o principios de octubre como máximo", indicó Saura en una conferencia de prensa previa a la inauguración de la 37ª Universitat Catalana d'Estiu, que se celebra en la localidad de Prada (sur de Francia) hasta el 26 de agosto.

En alusión a las posiciones adelantadas por Convergència i Unió (CiU) y el PP, que tienden a alargar el proceso, Saura rechazó que las negociaciones deban prolongarse por más tiempo para alcanzar un acuerdo.

En esta misma línea se pronunció también el presidente de ERC, Josep Lluís Carod. En una entrevista radiofónica citada por Europa Press, el líder independentista se mostró convencido de que la aprobación del Estatut se poducirá "la semana siguiente a las fiestas de la Mercè de Barcelona".

Pese a la actual situación de bloqueo por la que atraviesa la reforma estatutaria, Saura se mostró optimista sobre la posibilidad de que los partidos que integran el Gobierno tripartito (PSC, ERC e ICV) y el principal grupo de la oposición, CiU, lleguen a un acuerdo. El consejero señaló la "oportunidad histórica" que supone para Cataluña la posibilidad de obtener el nuevo Estatut y apeló a los partidos a actuar con responsabilidad y a hacer concesiones en sus planteamientos: "En un Estatut ha de haber cosas que no gusten", dijo para ilustrar que todos los partidos tienen que ser flexibles para hacer posible el acuerdo.

El dirigente ecosocialista rechazó que un eventual fracaso del intento de reforma del Estatut pudiera dar lugar a la convocatoria de elecciones anticipadas. Es más, aseguró que ni siquiera prevé tal posibilidad: "No trabajo con la hipótesis de que no habrá Estatut. Estoy seguro de que se alcanzará un acuerdo, y sería imperdonable no hacerlo".

También en este aspecto coincidieron Carod y Saura en sus declaraciones públicas. "Habrá Estatut porque Cataluña no puede desaprovechar esta segunda oportunidad en 75 años", afirmó Carod. Pero, a diferencia de lo sostenido por Saura, Carod señaló que el fracaso en el intento de reforma "nos afectaría a todos" y también al Gobierno de la Generalitat, que ha hecho de la reforma "el eje central de la legislatura".

Saura coincidió con la opinión expresada por el presidente del Consejo Consultivo, Joaquim Tornos, en el sentido de que la apelación a los derechos históricos es compatible con la Constitución. No obstante, indicó que no es necesario invocar tales derechos para asegurar el blindaje de las competencias exclusivas de la Generalitat, tal como defienden CiU y ERC. El consejero instó a los grupos a buscar una "vía de consenso" en esta cuestión.

Respecto al otro gran foco de discrepancia, la reforma del sistema de financiación, Saura advirtió de que el Gobierno "no modificará sustancialmente" su propuesta, pese a las presiones de CiU para que el tripartito se sume a su proposición de concierto económico. Aun así, se mostró abierto a "negociar" con la federación nacionalista aspectos concretos de la financiación.