El Gobierno de Irán pone la planta nuclear de Isfahán a pleno rendimiento
Funcionarios iraníes rompen los precintos de la instalación bajo supervisión de la ONU
Sin hacer caso a las protestas internacionales ni esperar a la respuesta de la ONU, Irán puso ayer a pleno rendimiento sus instalaciones de conversión de uranio en la central de Isfahán, en el centro del país. Portavoces del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmaron ayer que empleados iraníes rompieron los precintos colocados por la agencia de la ONU el pasado noviembre, cuando el Gobierno de Teherán accedió a suspender el circuito de producción de combustible para negociar con los representantes de la Unión Europea.
La ruptura de los precintos y la reapertura de las instalaciones se realizó ayer con autorización y bajo supervisión de equipos de salvaguardia del OIEA, que acaban de instalar cámaras de vigilancia suplementarias.
Los inspectores de la ONU custodiarán las actividades, que en esta central no alcanzan la fase de enriquecimiento de uranio, pero sí el ciclo previo mediante la transformación de polvo de uranio concentrado en tetrafluoruro (UF4) y más adelante en hexafluoruro de uranio (UF6). A partir de este gas queda sólo un paso para conseguir, a través de centrifugadoras, la producción de uranio enriquecido, material que sirve para generar energía nuclear pero que fácilmente puede ser desviado para construir armas atómicas.
Irán cuenta en Natanz, a unos 200 kilómetros al sur de Teherán, con otra instalación con capacidad para enriquecer uranio, pero de momento permanece inactiva, si bien, afirman algunos funcionarios iraníes, eso podría cambiar.
Mientras, la comunidad internacional sigue indecisa sobre la forma de responder a la reactivación unilateral del plan nuclear iraní, que Europa y Estados Unidos consideran una provocación.
División en el OIEA
La Junta de Gobernadores del OIEA en Viena tuvo que aplazar a hoy su reunión prevista para ayer por falta de consenso entre los 35 Estados miembros. El objetivo de la sesión es redactar una resolución para responder a la crisis provocada por la reactivación de la planta nuclear de Isfahán y por la interrupción de las negociaciones entre Irán y el trío europeo formado por Francia, Alemania y Reino Unido, en representación de la UE.
El régimen de los ayatolás rechazó tajantemente, considerándolo "humillante", el paquete de propuestas de cooperación financiera y tecnológica ofrecida por la UE a cambio de que Irán mantuviera la suspensión del procesamiento de combustible nuclear.
Al parecer, existen graves discrepancias entre los miembros de la organización que velan por la no proliferación de armas nucleares. Estados Unidos, la Unión Europea, Australia e incluso Rusia insisten en volver a presionar a Irán para que dé marcha atrás en su programa nuclear a fin de recuperar credibilidad.
Ayer mismo, la Unión Europea presentó una propuesta de resolución en la que se exige a Irán "respetar las resoluciones precedentes de la Junta de Gobernadores mediante la suspensión de todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento, ensayos y producción" de combustible nuclear. La UE no es partidaria de denunciar el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, pero advierte de que podría adoptar esa medida si el Gobierno iraní no detiene las actividades de enriquecimiento de uranio. La propuesta será debatida hoy en la Junta.
El grupo de países no alineados, entre los que se incluyen varios Estados que ansían mayor autonomía para su propia producción de energía nuclear, como Argentina, Brasil o Suráfrica, destacan que la producción de combustible es un derecho legal y no supone una violación del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP). Además recuerdan que si Irán se comprometió en noviembre, en negociaciones con la UE, a suspender sus actividades de conversión de uranio, fue por propia voluntad.
El martes, el embajador de Malaisia, Rajmah Husain, lo dejó bien claro al declarar ante el OIEA que "los países no alineados insisten en que la suspensión de las actividades de enriquecimiento y procesamiento por parte de Irán ha sido una medida voluntaria para crear confianza y por tanto no legalmente vinculante, y no debe ser interpretada de ninguna manera para inhibir o restringir el derecho inalienable de los países miembros de desarrollar energía atómica para fines pacíficos".
El diplomático advirtió de que es necesario hacer una clara distinción entre obligaciones con respecto al TNP y acuerdos voluntarios. De lo contrario, "los países miembros podrían ser penalizados por no cumplir sus compromisos voluntarios".
El nuevo presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunció el martes su intención de hacer pública una nueva propuesta para resolver el contencioso con Europa y Estados Unidos cuando tome posesión su Gobierno, lo que ocurrirá en plazo de dos semanas.
No obstante, Ahmadineyad declaró ayer, según las agencias oficiales iraníes, que Washington y sus aliados europeos estaban tratando a Irán como si "estuviéramos hace cien años y nuestro país fuera su colonia".
Irán cuenta con las segundas reservas de petróleo y gas más grandes del mundo.
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