El juzgado reparte un informe forense sin datos clave de la rotura del esternón
La juez que investiga el caso, Estefanía López, tuvo que ser atendida tras una lipotimia
El informe forense sobre la fractura del esternón de Juan Martínez Galdeano indica que ésta se produjo al aplicar "una fuerza de considerable magnitud" sobre ese hueso, por un golpe o una presión constante. El texto indica que la rotura pudo ocurrir cuando Martínez estuvo atado al mástil del cuartel de Roquetas o cuando estuvo boca abajo con las extremidades traccionadas y que hay "alguna posibilidad" de que fuera durante la reanimación. El informe fue entregado ayer a los letrados y al fiscal sin la página con estos datos, por lo que la fiscalía ha ordenado una investigación. La juez sufrió ayer una lipotimia.
El informe fue ayer objeto de polémica, ya que los abogados de las partes recogieron en el juzgado de Roquetas de Mar sendas copias a las que les faltaba el contenido de la página siete. En esas copias sólo figuran seis líneas de texto y faltan 35. Ninguna de las fuentes consultadas del juzgado, del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (autor del documento), de los abogados o la fiscalía conocía ayer el porqué de esta omisión.
El informe de ocho páginas recoge en ambos casos, como conclusión, que la fractura "debió producirse en un momento muy cercano a la muerte", y agrega que no es "descartable la etiología yatrogénica", o sea, durante la resucitación cardiovascular. Sin embargo, en la página que falta, los forenses dicen: "Para causar una fractura como la analizada en un hueso como el esternón (...), sobre todo tratándose de un varón joven de complexión pícnica [tendencia a la obesidad; Martínez medía 1,86 y pesaba 107 kilos] se requiere la intervención de una fuerza de gran magnitud, ya sea esta aplicada en forma de traumatismo momentáneo [golpe] o consecuencia de una presión más o menos mantenida".
Los forenses escriben que en el informe primigenio de sus colegas de Almería se cita "al menos dos momentos que parecen comprometidos para la integridad del esternón, uno es cuando se ata al individuo a un poste [el mástil de la bandera], que parece quedar a la altura de dicho hueso, y otro cuando se le pone boca abajo en el suelo y se le tracciona fuertemente de brazos y piernas". Además, en contra de lo informado ayer por este diario, existe "alguna posibilidad" de que la fractura la ocasionase el masaje de resucitación, que, se añade, se realizó "de forma breve".
El estudio cita tres publicaciones médicas que describen esta última posibilidad de rotura en la reanimación: una que dice que ocurre en el 14% de los casos; otra en una horquilla entre el 1% y el 43%, y una tercera que da el 16%. Pero añade que en todos se explica que la fractura por estas maniobras suele ser de costilla, que es más probable que le ocurra a mujeres y personas mayores y que las fracturas esternales se localicen en el tercio inferior del esternón. Ninguna de estas circunstancias se dan en el caso de Martínez.
No alcohol, sí cocaína
La necropsia detalla que en las fracturas se aprecian "restos hemáticos, lo que indica la existencia de hemorragia, indicio de vitalidad en la lesión, o al menos de haberse producido en momentos muy cercanos a la muerte". O lo que es lo mismo, mientras Martínez aún vivía. Asimismo, "se aprecia la gran infiltración hemorrágica de los tejidos periféricos. Ello también habla de que la fractura se produjo en un momento perimortal". El informe no es concluyente con las causas, como tampoco lo es el de toxicología, que recoge que el fallecido no tenía alcohol en sangre, aunque sí alta presencia de cocaína y trazas de compuestos opiáceos.
Gustavo Arduán, letrado de los guardias, y José Ramón Cantalejo, que representa a la familia del fallecido, aseguraron ayer que el informe recogido en el juzgado tiene cercenada la página siete, donde se recogen las dos posibles causas de la fractura en vida del agricultor. Ninguno de los dos sabía nada de la parte amputada. Fuentes del Instituto Nacional de Toxicología han insistido en que lo remitieron completo. El fiscal jefe de Almería, Juan Manuel de Oña, ha recibido instrucciones para investigar la omisión de parte del informe. La tesis inicial es que se trató de un error durante el fotocopiado.
La juez Estefanía López, encargada del caso y titular del juzgado de Roquetas desde marzo pasado (cuando fue trasladada desde Guipúzcoa), sufrió ayer una lipotimia, por lo que tuvo que ser atendida en el hospital de Poniente (El Ejido). Tras abandonar el hospital con el alta médica se reincorporó a su trabajo, según declaró el fiscal jefe de Almería, aunque otras fuentes señalaron que había solicitado la baja por estrés.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.