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Preocupación en Argentina por la salud del líder de los 'piqueteros'

Jorge Marirrodriga

La situación del líder piquetero Raúl Castells, detenido y en huelga de hambre desde hace 59 días, ha comenzado a preocupar a los políticos y jueces argentinos, que ven cómo el empeoramiento de la salud del líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) puede complicar todavía más un fenómeno como el de los piqueteros, grupos nacidos como protesta social pero que han perdido el respaldo de gran parte de la ciudadanía, que ve cómo su vida habitual es obstaculizada por estos grupos de protesta ante la pasividad total de la policía.

El pasado 9 de diciembre, un piquete encabezado por Castells irrumpió en un céntrico McDonald's de la capital argentina e intimidó a los empleados para que les sirvieran hamburguesas gratis. Un juez de instrucción ordenó la detención del líder piquetero por intento de extorsión, que se hizo efectiva el 9 de junio. Desde ese momento, las protestas del MIJD dieron un giro radical y pasaron de la reivindicación social a centrarse en la liberación de su líder.

Los cortes diarios de puentes, calles y manifestaciones ante organismos oficiales y embajadas -entre, ellas la española- se han multiplicado. La esposa de Castells, Nina Peloso, se ha convertido en una figura mediática que igual irrumpe en una conferencia del juez Baltasar Garzón y exige ser recibida por el magistrado español que se suma a la protesta de los trabajadores de un importante hospital público.

La presión en la calle no ha dado resultado. Tampoco el recurso presentado ante la Corte Suprema por el organismo de defensa de los derechos humanos que preside el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. El pasado viernes el alto tribunal determinó que no podía encargarse del caso por carecer de competencia para ello.

Castells ya no toma líquidos

Desde el momento de su detención, Castells se declaró en huelga de hambre y hace cuatro días decidió darle una vuelta de tuerca a la situación, negándose a ingerir líquidos. Y aquí han saltado las alarmas. "La lucha social argentina no necesita más muertos, porque ya tiene muchos", señaló Eugenio Zaffaroni, miembro de la Corte Suprema, quien el pasado lunes se trasladó a la clínica de la provincia de Buenos Aires donde se encuentra detenido el líder piquetero y le pidió que deponga su actitud.

Ayer, mientras los piqueteros marchaban por el centro de Buenos Aires, provocando el habitual colapso, el médico personal de Castells, Salvador Chebel, advertía en Radio Continental de que su paciente ha perdido 20 kilos, está deshidratado y que no sobrevivirá "más allá de la tarde del domingo".

En plena precampaña electoral, uno de los líderes del centro-derecha, Mauricio Macri, pidió a Castells que "no se deje morir", e incluso la cúpula del principal sindicato, la Confederación General de Trabajadores, ha visitado al líder piquetero. Un tribunal estudia la liberación de Castells, pero diversos juristas ya han advertido de que no es normal decretar excarcelaciones por presiones políticas.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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