Alcaldes de todo el mundo se reúnen hoy en Hiroshima para apoyar el desarme nuclear
En vísperas del 60º aniversario de la explosión de la primera bomba atómica, alcaldes de todo el mundo se reúnen hoy en Hiroshima para luchar contra las armas nucleares. Los ediles -no hay ninguno español- tienen como objetivo la búsqueda de fórmulas para movilizar a la población de manera que se consiga "en 2020 un mundo libre de armas nucleares".
La reunión, a la que asiste el embajador de Naciones Unidas para el desarme, el canadiense Duglas Roche, se celebra en el Centro Internacional de Conferencias de Hiroshima, que, junto con el Museo Conmemorativo de la Paz, fue levantado a escasos metros del epicentro sobre el que, a 580 metros del suelo, explotó la bomba que redujo a cenizas todo el centro de Hiroshima.
Toda la ciudad, que sacó fuerzas de la nada para convertirse en una de las urbes más modernas y dinámicas de Japón, con 1,1 millones de habitantes, se encontraba ayer movilizada. Japoneses llegados de las cuatro esquinas del país para mostrar su oposición a la guerra y a las armas nucleares recorrían las calles centrales en filas kilométricas, perfectamente ordenadas para no interrumpir el tráfico. Sus consignas se alternaban con las de la manifestación de comerciantes de Hiroshima, que igualmente pedían paz para el mundo. "He venido a rezar por la paz y a conocer mejor la historia", afirma Sané Shimodaira, de 28 años, que ha traído 4.000 grullas de papel (orizuru) dobladas por funcionarios, como ella, de la provincia central de Nagano.
Activistas de la provincia de Kanagawa, vecina a Tokio, en la que existen tres grandes bases militares de utilización conjunta estadounidense-japonesa, además de numerosas instalaciones menores norteamericanas, acudieron también a esta ciudad, que pretende convertirse en un símbolo mundial de paz, para pedir la retirada de las tropas estadounidenses e impedir que el Gobierno de Junichiro Koizumi autorice al Ejército estadounidense establecer su cuartel general para Japón en la ciudad de Zama.
Al igual que los manifestantes se entrecruzan, lo hacen los conferenciantes. Hiroshima acoge distintos simposios en los que participan miles de supervivientes, representantes gubernamentales y activistas extranjeros. "Nunca más Hiroshima y Nagasaki" es el lema de todos.
Mañana, cuando se cumplen seis décadas desde que el avión B-29 norteamericano denominado Enola Gay lanzó la primera bomba atómica, está prevista una ceremonia conmemorativa a la que, además de Koizumi, asistirá el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan.
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