El PNV tacha de "provocador" a Alonso por ascender a su concejal más cuestionado
El PNV, principal partido de la oposición en el Ayuntamiento de Vitoria, calificó ayer al alcalde, Alfonso Alonso (PP), de "cacique provocador" por nombrar al concejal de Urbanismo, Jorge Ibarrondo, tercer teniente de alcalde del municipio. Ibarrondo está fuertemente cuestionado por su gestión y el gesto del alcalde, que para el PSE-EE carece de toda relevancia política, ha sido visto con muy malos ojos desde el principal partido de la oposición, el PNV, una óptica que comparte Ezker Batua.
El puesto del tercer teniente de alcalde estaba vacante desde el mes de enero, cuando el edil José Antonio Pizarro abandonó Vitoria. El alcalde decidió el lunes llenar el vacío con el nombramiento de Ibarrondo, cuyos méritos en el desempeño de su labor detalló exhaustivamente en la nota explicativa de su decisión.
Alonso señaló ayer a este periódico que era el momento apropiado, e Ibarrondo la persona idónea, para ocupar esa plaza, aunque en otros medios, incluso populares, se apostaba por la concejal de Medio Ambiente, Idoia Garmendia.
Mala gestión para EB
El alcalde ha querido dar con ello un espaldarazo a su concejal más cuestionado por la oposición. Ibarrondo ha pasado por dos comisiones de investigación -por el centro comercial Boule-vard y por los viales de Sidenor- y la oposición cuestiona su capacidad para gestionar el área a su cargo. El PNV recordó ayer también que subastó parcelas que no eran de propiedad municipal, y sacó a relucir igualmente las sentencias desfavorables de los tribunales "por mala gestión de expedientes". EB, por su parte, dijo mordazmente que su capacidad de gestión es "inversamente proporcional" a la que Ibarrondo tiene "para generar conflictos" y recordó que el concejal acumula año y medio de retraso en las viviendas de Salburua y Zabalgana, los dos principales polos de crecimiento de la ciudad.
La oposición, y el PNV como primer partido de ella, venía pidiendo un cambio de rumbo en Urbanismo, y el portavoz de este partido, Mikel Martínez, consideró la decisión del alcalde como "una auténtica provocación y un desafío, en el que no vamos a caer". El grupo peneuvista había llegado a pedir la implicación directa del primer edil en el área, al considerar que Ibarrondo había instalado en él "el caos". Martínez advirtió: "Con la decisión de ascenderle, el alcalde está colocándole (a Ibarrondo) más cerca de la reprobación". Martínez analizó la decisión como una prueba de la "debilidad" de Alonso como alcalde y como jefe del equipo municipal.
El PSE despojó a la decisión de toda significación política, ya que el nombramiento no comprota aumento de funciones. "No le damos ninguna trascendencia", dijo el portavoz socialista, Patxi Lazcoz.
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