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Reportaje:ALTERNATIVAS DE OCIO | Verano 2005

Excavar por diversión

Un grupo de voluntarios busca los lindes del anfiteatro de Itálica

Treinta jóvenes de entre 18 y 26 años han optado por pasar sus vacaciones lejos de playas y fiestas. Estos chicos han sido los responsables de la mejora de parte de la zona arqueológica de la ciudad romana de Itálica en Santiponce (Sevilla). Hoy regresan a casa después de dos semanas de aprendizaje y diversión.

Estos jóvenes voluntarios han colaborado desde el 18 de julio en un campo de trabajo que se ha dedicado a la limpieza superficial de la zona sur del anfiteatro. El objetivo es el hallazgo de los límites de la construcción.

Éste es el quinto año en el que Itálica recibe a un grupo de voluntarios. Hace un año, se excavó la parte lateral de la tercera grada. En esta quincena, se ha trabajado para terminar lo que quedaba desde el verano pasado y se han realizado tareas nuevas como el remate de los sillares de la parte interior del anfiteatro. "Entre visitas y eventos, el periodo se reduce a 10 días de trabajo real", aclara Juan Manuel Cano, uno de los dos arqueólogos que dirige el grupo.

El campamento ha acogido a españoles y a extranjeros de muchas nacionalidades: turca, italiana, francesa, serbia, estadounidense y alemana. "He venido a Sevilla porque quería conocer esta ciudad", dice en inglés Milica, una chica serbia de 19 años.

Antonio Pelicano, uno de los monitores, opina que entre las razones por las que vienen los jóvenes prima una: quieren conocer nuevas culturas. "Viene gente interesada por la Historia del Arte pero, por lo general, hay muchas ganas de encontrarse con gente diferente". Tienen motivos distintos, pero todos los expresan en la misma lengua. "Aquí se habla siempre en inglés", explica Pelicano.

La mayoría de los jóvenes que participan en estos campos de trabajo no tiene nociones específicas de arqueología. Una de las chicas que ha colaborado en Itálica es francesa y ha estudiado Matemáticas. Para gente como ella, en estos campamentos se organizan talleres de tratamiento de cerámica, reconocimiento de piezas o preparación de herramientas de restauración. Otros participantes sí tienen conocimientos sobre Historia Antigua y pueden sacar otro rendimiento al trabajo.

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Marta es una estudiante de Arqueología que acaba de terminar su primer curso. "No sé si en el futuro podré hacer lo que me gusta. Por ahora, es interesante trabajar sobre lo que he estudiado durante el año", afirma.

Los voluntarios suelen quedar satisfechos. "Lo hemos pasado muy bien, a pesar de la temperatura", declara una chica de Pamplona con la aprobación de sus compañeras. El problema principal al que se enfrentan es el calor. Las lipotimias son comunes, sobre todo, entre los chicos del norte. "Siempre tenemos preparada agua fría por si ocurre algo. Si se desmayan, los atendemos en la sombra y los llevamos al médico", explica el monitor.

Muchos de estos jóvenes repiten. "Cada año tenemos a gente de veranos anteriores. Éste ha sido el único en el que son todos nuevos", confiesa Pelícano. Además de las labores de restauración, por las tardes se han realizado talleres de sexualidad, teatro joven, revelado de fotos y percusión, deportes y actividades de animación como dinámicas de grupo, salidas nocturnas, cine, fiestas de disfraces y excursiones.

Lo mejor de estos campos son los resultados. "Hay zonas que antes no se podían visitar y que ahora, gracias a estas labores, están abiertas al público", afirma orgulloso Juan Manuel Cano.

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