Babcock acepta la presencia de la SEPI en la reunión de septiembre
La dirección de Babcock Power, la empresa vasca de bienes de equipo, aceptó ayer la asistencia de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) a la reunión prevista, el 12 de septiembre, con el Gobierno vasco y el comité de empresa para solucionar la grave crisis de la factoría. La planta de Trapagaran estuvo parada 21 días entre finales de abril y mayo y en junio hubo otras cinco jornadas de huelga, a las que se han sumado manifestaciones de los trabajadores en Bilbao. Los empleados insisten en que la única solución es la salida de los actuales propietarios, la austriaca ATB.
La crisis llevó al PSE a intensificar los contactos con todas las partes para intentar buscar una solución pactada. Finalmente, se convocó una reunión para el 12 de septiembre, después de que la dirección de Babcock pidiese la mediación del Gobierno vasco. El encuentro, en la Delegación de Trabajo de Vizcaya, contará también con la presencia de la SEPI, como había reclamado el PSE y el comité de empresa. Babcok Power España afirmó ayer en un comunicado que en junio expresó su deseo de que, junto al comité de empresa y los sindicatos, estuvieran presentes "otras personas o representaciones" que el Departamento de Trabajo considerase convenientes.
Babcock reiteró ayer que el encuentro de septiembre persigue exponer en profundidad el plan industrial de la planta, su grado de cumplimiento y las expectativas a corto plazo. Los trabajadores desconfían de las promesas de ATB por los incumplimientos reiterados y creen que la crisis sólo se solventará con un nuevo proyecto empresarial. Aseguran que el tiempo corre a favor de los austriacos ya que la privatización de la compañía y su paso a ATB incluía una tutela del proceso por parte de la SEPI hasta el próximo año. Consideran que, si se llega a esa fecha en condiciones parecidas, se procederá al desmantelamiento de la factoría.
La planta de Trapagaran, propiedad del Estado desde 1977, se privatizó en 2001 con la venta a la alemana Borsig pero la quiebra de ésta provocó que fuera adquirida luego por ATB.
