La violencia callejera continúa con el ataque a una oficina de Correos en Vizcaya
Los violentos han convertido el pasado fin de semana en uno de los más intensos y activos de los últimos meses. El nuevo sabotaje perpetrado por un grupo de desconocidos fue dirigido contra la oficina de Correos de la localidad vizcaína de Abadiño, donde el domingo por la noche hicieron explosionar un artefacto de fabricación casera.
El ataque se produjo sobre las 22.45, cuando varias personas atacaron el local con un artefacto compuesto por una bombona de cámping gas, así como líquido inflamable, según informó ayer el Departamento vasco de Interior. La deflagración no provocó grandes daños materiales, puesto que sólo causó el ennegrecimiento de la fachada del inmueble atacado.
Este episodio de la kale borroka (violencia callejera) se suma a los numerosos ataques cometidos desde la muerte en accidente de tráfico en el sur de Francia del presunto terrorista de ETA Imanol Gómez. Desde su fallecimiento, los violentos han atacado con cócteles molotov la casa de una concejal socialista de Azpeitia, apedreado una sucursal bancaria de Pasaia y quemado contenedores de basura en Mondragón, Soraluze y Tolosa, todos en Guipúzcoa. Además, en el homenaje a Gómez, celebrado en un barrio de San Sebastián, atacaron a agentes de la Ertzaintza, que reaccionaron con disparos al aire y la detención de tres personas.
Por otro lado, el consejero de Interior, Javier Balza, pidió ayer una política penitenciaria "consensuada y flexible", sin esperar a lo que hagan ETA o la izquierda abertzale. En una entrevista al periódico Deia, dio validez al documento del ex jefe de ETA Mikel Antza con un plan para abandonar las armas.
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