Los vecinos del edificio siniestrado en Sevilla estarán fuera dos meses

Los vecinos de los dos edificios a los que pertenecía el muro medianero que se derrumbó el pasado viernes en el centro de Sevilla tendrán que permanecer fuera de sus viviendas entre uno y dos meses. El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín y los delegados de Urbanismo, Emilio Carrillo, y Gobernación, Francisco Fernández, se reunieron ayer con los técnicos de la Gerencia de Urbanismo para analizar la situación de cada uno de los 10 edificios desalojados y decidieron que, por ahora, sólo los vecinos del número 56 de la calle Lumbreras podían volver a sus casas.

Todos los vecinos contaban con estar de vuelta en sus viviendas en el plazo de 10 días, pero según una nota hecha pública por el Ayuntamiento, las 13 familias que habitaban los dos edificios directamente afectados por el derrumbe (en las calles Lumbreras, 37 y Álvaro de Bazán, 8) no podrán regresar a hasta dentro de "uno o dos meses" y, por el momento, tampoco pueden entrar para recoger sus enseres.

Por su parte, los vecinos de cuatro edificios colindantes (los números 11, 13 y 15 de Álvaro de Bazán y el 3 de Mendigorría) tampoco podrán habitar sus casas hasta dentro de 15 días, cuando acaben las actuaciones de emergencia en el edifico dañado y desaparezca el peligro de derrumbe.

No obstante, las familias de estos edificios sí que pudieron entrar ayer en sus casas bajo la supervisión de técnicos municipales para recoger artículos de primera necesidad. También tardarán alrededor de 15 días en regresas a sus viviendas las familias del número 54 de Lumbreras aunque éstas, por el momento, no pueden acceder a sus pisos.

Según el Ayuntamiento, las familias seguirán realojadas en hoteles a cuenta de la constructora de las obras que se estaban realizando en un solar contiguo y una de cuyas máquinas, según los primeros indicios, golpeó el muro y causó su caída. El realojo está siendo supervisado por la oficina técnica de apoyo a inquilinos en situación de abusos (Otainsa). Desde el viernes, la empresa constructora ha dado 110 euros diarios a cada una de las 38 personas desalojadas.