La UE negocia hoy con Rabat un nuevo acuerdo de pesca
La Comisión Europea y Marruecos inician hoy en Bruselas las negociaciones de un nuevo acuerdo pesquero que sustituirá al que expiró en 1999. Las reuniones podrían prolongarse toda la semana y con ellas se abre formalmente la discusión de un convenio pesquero que, en cualquier caso, será menos ambicioso que el precedente, considerado el mejor que haya tenido en años la flota comunitaria. Tanto Bruselas como Rabat tienen ahora la "voluntad absoluta" de conseguir un consenso "lo más pronto posible", según fuentes de la UE.
El Ejecutivo comunitario y Marruecos inician formalmente la negociación más de cuatro años después de que en febrero de 2001 se conociera el fracaso de las conversaciones para renovar el último protocolo, firmado en 1995 y vencido cuatro años después, que benefició sobre todo a barcos gallegos, andaluces y canarios. Su expiración dejó sin actividad a más de 400 barcos, de los cuales 397 eran españoles, y a 4.000 tripulantes. De concluir con éxito la reunión de mañana, bastaría con que los expertos definiesen un acuerdo, que posteriormente sería examinado por el Consejo de Ministros de la UE. No obstante, en las negociaciones entre la UE y un país tercero es difícil que salga un compromiso de la primera ronda.
Convenio más modesto
La Comisión ha insistido en que el acuerdo que se negocia desde hoy será muy distinto y, si se logra, dará oportunidades a entre 100 y 120 navíos artesanales y excluirá a los barcos que capturan cefalópodos, como el pulpo o el calamar, y a los dedicados a crustáceos. "Será un acuerdo más modesto, que se referirá especialmente a la flota artesanal, aunque no excluye otras posibilidades", señaló ayer la portavoz de Pesca, Mireille Thom.
En el mejor de los casos, el acuerdo entraría en vigor en marzo de 2006, según afirmaron recientemente responsables de la Dirección de Pesca. Bruselas cree que hay posibilidades para la flota de especies pelágicas, como anchoa, jurel, caballa o pez espada, así como para la merluza blanca o la merluza negra.
El fin del anterior acuerdo provocó problemas sociales y la petición de apoyos comunitarios para afrontar las consecuencias económicas en la flota afectada. En otoño de 2001, la UE destinó 197 millones de euros adicionales a estos fines, que se sumaron a las ayudas otorgadas por la Administración española.
El Gobierno español quiere que el futuro acuerdo incluya posibilidades de pesca para las flotas artesanales de Canarias y Andalucía, para la flota de cerco, demersal, de palangre y arrastre de fondo, así como para la flota que faena con dificultades en los caladeros de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO).
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