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El Incasol casi duplica la construcción de pisos protegidos de la anterior legislatura

El organismo promueve más de 8.000 viviendas de protección oficial, la mitad de las cuales se destinarán a alquiler

Blanca Cia

El Instituto Catalán de Suelo (Incasol), organismo dependiente del Departamento de Política Territorial, inició en el periodo 2000-2003 un total de 4.914 viviendas de protección oficial. Este año, el mismo gestor del suelo público de la Generalitat tiene en construcción y en proyecto un total de 8.031 pisos, prácticamente el doble. Y el dato más relevante es que la mitad de esas promociones serán de alquiler. Si bien no es el remedio para frenar el calentón del mercado inmobiliario, los responsables del Incasol confían en que acelerar las promociones públicas, especialmente mediante el alquiler, puede beneficiar el acceso a la vivienda de un cada vez más amplio sector de la población con problemas.

Las políticas de los gobiernos del Partido Popular en la Administración central con el apoyo de Convergència i Unió tuvieron el efecto de provocar una caída en picado del sector de la vivienda pública. En 1996, la vivienda protegida, la que goza de subvenciones oficiales medidas en función del nivel de renta, representaba el 15% del mercado; en 2003, el 6,2%. Además, gran parte de las promociones públicas levantadas en estos últimos años han recaído en la iniciativa de los ayuntamientos por sí mismos o mediante convenios con cooperativas. Barcelona -el 38% de los pisos acabados en 2004 fueron de protección-, Sabadell y otros municipios del área metropolitana han realizado un notable esfuerzo en los últimos años, cuando el problema del acceso a la vivienda se hizo alarmante.

Durante el Gobierno de Convergència i Unió, el Incasol se concentraba en la reforma de los barrios. La construcción de pisos para incorporarlos al mercado, especialmente los de alquiler, no respondía al ritmo de la demanda, que era alto: unos 20 solicitantes por piso. El ritmo de las promociones del Incasol anuales se situaba en torno a las 1.200 y en tres años, de 2000 a 2003, se iniciaron 4.914, según datos facilitados por el Incasol. El año pasado, bajo la Administración del tripartito, se iniciaron unas 1.600. "La diferencia básica es que ahora el Incasol obtiene más suelo para producir más vivienda y firma convenios con ayuntamientos y entidades", explica Ricard Fernández, secretario de Vivienda de la Generalitat. Otro dato que evidencia el aumento del ritmo son las licitaciones: hasta 2004 solían ser entre 20 y 30 proyectos anuales, y ese año fueron 70, según datos facilitados por el Incasol.De las 8.031 viviendas en construcción o en redacción de proyecto ejecutivo y con el solar disponible, 2.283 se destinarán a la reforma de barrios, 4.484 serán de alquiler y 1.264, pisos que saldrán a la venta. Este año está previsto que se inicien 3.800, 600 forman parte de la sustitución del parque obsoleto y el resto se incorporarán al mercado, buena parte de ellas al del alquiler. Barcelona, Figueres, Granollers, L'Hospitalet, Lleida, Manlleu, Molins de Rei, Montcada i Reixac, Tordera, Tossa de Mar, hasta 98, son algunas de las poblaciones con promociones en marcha o en proyecto del Incasol, que tiene previsto llegar a los 16.000 pisos en 2007.

"A esa cifra hay que añadir otras 4.000 viviendas que está previsto realizar mediante convenio con cooperativas y cajas de ahorro", apunta el secretario de Vivienda, que reconoce que, no obstante, el efecto de esa política es lento porque obtener suelo, planificar urbanísticamente, proyectar y construir es un proceso que puede llevar entre dos y tres años.

Panorama distinto

Los factores que han facilitado la planificación de más vivienda pública han sido los cambios normativos introducidos en la ley de Urbanismo de 2004. Especialmente la reserva obligada de un 20% de las promociones a vivienda pública en municipios mayores de 10.000 habitantes y que el 10% de suelo que obtienen por el aprovechamiento de los planes especiales tenga que ser destinado a promociones públicas. Esas condiciones eran difícilmente asumibles por muchos municipios que no tenían capacidad suficiente para planificar y construir. Ahora, según Fernández, ha cambiado el panorama por los convenios a los que se llega con el Incasol - sobre todo en el caso de la vivienda pública de alquiler, que es la que genera un endeudamiento a largo plazo- y con entidades sin afán de lucro: cooperativas y cajas de ahorro, que han vuelto a promover vivienda social.

Desde la Administración se insiste en el reequilibrio del mercado del alquiler, no sólo público, sino también el libre, que cayó de un 40% a un 17% en una década. En España, el 81 % de las viviendas son de propiedad y el resto, de alquiler. Esa proporción no tiene parangón en los países europeos: En Alemania el alquiler representa el 57%, en Francia el 38% y el 48% en Holanda.

El secretario de Vivienda considera que el panorama empieza a mejorar pero que el Incasol tiene que seguir con la compra de suelo, mediante convenios y consorcios con los Ayuntamientos y poniendo en el mercado grandes reservas que tiene en algunos municipios. Cita, entre ellos, a Viladecans, Cerdanyola o Granollers.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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