El PSE pide al PNV que deje el soberanismo para alcanzar un pacto en Álava

El portavoz del PSE de Álava, Juan Carlos Prieto, pidió ayer al PNV que rectifique su actual estrategia soberanista para facilitar una alianza entre los dos partidos que les permita tomar las riendas de la Diputación de Álava y del Ayuntamiento de Vitoria. Ambas instituciones están gobernadas por el PP, que se encuentra en minoría y no puede sacar adelante ningún proyecto de entidad. Sus malas relaciones con la oposición le han abocado a una situación de soledad, que a juicio de los socialistas está provocando la "agonía" de la Diputación y el Ayuntamiento.

El PSE no alberga ninguna esperanza de que el PP vaya a cambiar de actitud -"ya no estamos de acuerdo ni en la hora que es", ironizó Prieto-, por lo que considera que los populares "ya no representan el futuro". "Ahora es necesario trabajar con el objetivo de abrir nuevos horizontes", explicó Prieto. Y es ahí donde aparece el PNV, el único partido junto al PSE por número de junteros y concejales "capaz de garantizar la gobernabilidad de la provincia".

Una idea de que la colaboración con el PP es prácticamente imposible es la contundencia con que cerró Prieto sus referencias a los populares: "No tenemos la previsión de aguantar dos años más de esta agonía y parón político. No podemos permitirnos el lujo de dar dos años más de prórroga", en referencia a que la legislatura apenas ha rebasado su ecuador. En esa búsqueda de nuevos horizontes, el dirigente socialista recordó al PNV las alianzas que se están produciendo a nivel de Estado, especialmente en Galicia y Cataluña.

Pero para que se produzca esa alianza, es imprescindible que los nacionalistas guarden en el cajón el plan Ibarretxe. Según Prieto, cualquier colaboración política que pudieran emprender el PSE y el PNV debe basarse en una reglas de juego claras que son incompatibles con cualquier proyecto "independentista". En cualquier caso, dejó claro que se trata de una invitación al PNV a abrir un proceso de reflexión y que hablar directamente de una moción de censura al diputado general, Ramón Rabanera, es "una simplificación" de las cosas.

En esta coyuntura, donde PSE y PP se tiran los trastos a la cabeza a la mínima, el proceso abierto en torno a una posible fusión de las cajas vascas también contribuye a enrarecer más el ambiente entre ambos partidos. Mientras, Prieto anunció que su partido seguirá adelante con el debate abierto sobre el futuro de las cajas, el PP pidió al presidente de la Vital, Gregorio Rojo -quien accedió al cargo con el respaldo de los socialistas-, un compromiso "nítido" de rechazo a una posible fusión de la entidad alavesa con las cajas de Vizcaya y de Guipúzcoa. "En el caso de que el presidente siga adelante, revisaremos nuestros acuerdos con los socialistas en la caja", advirtió el secretario general del PP de Álava, Iñaki Oyarzabal.

Pérdida de autonomía

Para los populares, la fusión conllevaría trasladar la toma de decisiones de Vitoria Bilbao y pondría en peligro la materialización de las inversiones estratégicas que en cada momento necesita la provincia. "Álava pasaría a no pintar nada en la nueva caja, que no tendría sensibilidad ni compromisos hacia los alaveses. Y hay estudios encima de la mesa que hablan de que se perderían hasta 300 empleos en la Vital".

Por su parte, el portavoz del PSE respaldó las actuaciones desarrollada por el presidente de la caja porque se ha limitado a elaborar con discreción documentos y borradores de trabajo sobre "alianzas estratégicas" y presentarlos a las autoridades económicas y políticas. Prieto puntualizó que cualquier proyecto de fusión deberá respetar "un equilibrio territorial, económico y político" de forma que la personalidad de Álava no quede diluida. "Nunca apoyaremos un proceso de absorción o de traspaso de poder político a un determinado partido".