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Dimite el ministro de Hacienda portugués cuatro meses después de formarse Gobierno

El ministro de Estado y Finanzas de Portugal, Luís Campos e Cunha, pidió anoche abandonar el Gobierno del socialista José Sócrates, cuatro meses después de la toma de posesión del Ejecutivo. Campos e Cunha ha sido el protagonista del equipo de Sócrates, por ser el mentor de un duro plan de ajuste con el objetivo de controlar un déficit público estimado en un 6,83% del producto interior bruto (PIB), más del doble del límite máximo impuesto por la UE. En un breve comunicado, el Gabinete del primer ministro explica que Campos e Cunha pidió ser sustituido por "motivos personales, familiares y por cansancio".

La renuncia del ministro de Finanzas ocurre días después de sucesivos anuncios de programas para dinamizar la economía, estancada desde 2002, por parte de los ministerios de Economía y Obras Públicas. El objetivo era pasar a un segundo plano el discurso de rigor impuesto por el problema del déficit. Todos esas iniciativas implicaban un aumento de inversión pública que, aparentemente, Campos e Cunha veía con reservas.

El pasado domingo, en un artículo de opinión publicado en el diario Público, el ministro reflexionaba sobre la revisión a la baja que hizo el Banco de Portugal del crecimiento económico para 2005, estimado en el 0,5% del PIB, y advertía de que el mal estado de la economía obligaba a más contención de gastos y a nuevos sacrificios en 2006. El ministro defendía también una nueva evaluación de la importancia de proyectos que obligarán a gastar mucho dinero al Estado, como la construcción de un nuevo aeropuerto en Lisboa, y de varias líneas de tren de alta velocidad: "La calidad del gasto público pasa por una selección con mucho criterio de las inversiones. Caso contrario, tenemos, hoy y en el futuro, menos beneficios del Estado o más impuestos". El ministro de Obras Públicas, Mario Lino, acudió ayer al Parlamento para asegurar que las obras anunciadas se llevarían a cabo, en una clara divergencia con su colega de Gobierno.

Aumento de impuestos

El problema de las cuentas públicas ha dominado los primeros meses de Sócrates en el poder. El plan de ajuste de Campos e Cunha incluyó un impopular aumento de impuestos y el fin de muchos beneficios sociales para funcionarios públicos y altos cargos políticos. Duras medidas que otros ministerios tienen dificultades en aceptar, pero que tampoco el Partido Socialista ve con buenos ojos, dada la proximidad de varias elecciones: municipales en octubre y presidenciales en enero. La dimisión de este ministro, tan poco tiempo después de la llegada al Ejecutivo, representa un duro golpe para el Gobierno de Sócrates, que tiene entre sus principales misiones recuperar la confianza de los portugueses y de los agentes económicos.

En los últimos cuatro años, Portugal ha tenido cuatro Gobiernos. El sustituto del dimisionario será Fernando Teixeira dos Santos, actual presidente de la Comisión Nacional de Valores Mobiliarios.

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