El Gobierno pide "respeto" a la fusión de las cajas
CC OO, el sindicato mayoritario, apoya la integración pero con una reforma de la ley
El Gobierno vasco, en su primer pronunciamiento oficial sobre el proyecto de fusión de las tres cajas, pidió "respeto" para los acuerdos que adopten las asambleas generales de BBK, Kutxa y la Vital. La vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia enfatizó que la iniciativa ha sido impulsada por las tres entidades financieras, en otro mensaje que intenta soslayar cualquier objetivo político en la operación. Los tres presidentes de las cajas se han esforzado en explicar que el plan de integración tiene un fin puramente empresarial, a lo que también se han unido políticos como el presidente del PNV, Josu Jon Imaz.
Zenarruzabeitia eludió ayer, en la rueda de prensa del Consejo de Gobierno, valorar la postura contraria del PP a la fusión. "No vamos a entrar en ninguna otra valoración de polémicas mediáticas surgidas a raíz del conocimiento público del proceso", dijo, antes de enviar su felicitación "personal" a los tres presidentes de la BBK, Kutxa y Vital por impulsar la operación.
CC OO, el sindicato mayoritario con casi el 39% de representación global en las tres entidades, expresó su apoyo a la integración pero siempre que se reforme la Ley vasca de Cajas para lograr más pluralidad en la representación y se mantenga el carácter social. A estas condiciones añadió el mantenimiento del empleo, incluyendo el de las empresas creadas por las cajas en servicios como la informática.
Patxi Ruiz, responsable del sector de banca de Comisiones, dijo que se debe cambiar el sistema actual de designación de los consejos de administración, que es mayoritario, por uno proporcional, y opinó que el PNV "tendrá que hacer importantes concesiones" para superar las reticencias de partidos como el PP. Ruiz se felicitó de que, "por primera vez", la iniciativa parta de los presidentes de las cajas y no de partidos o instituciones. Pero instó a asumir que el proyecto no es sólo importante para la sociedad vasca, ya que el 30% de las oficinas de la Kutxa y el 28% de la BBK están fuera de Euskadi.
LAB reclamó ayer la participación de los sindicatos en el proceso y anunció que se opondrá si es "puramente mercantilista".
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