Moralidad objetiva y problema de conciencia
Está bien escrito el artículo de Javier Eder, titulado "Misa Mayor" (El País, 8/7/05), en el que critica la homilía de Fernando Sebastián, en la festividad de san Fermín.
Sin entrar en polémica, me parece evidente que el hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en libertad a fin de tomar personalmente las decisiones morales. Ahora bien, la dignidad de la persona humana implica y exige la rectitud de la conciencia moral.
Hace años en un congreso sobre ética, uno de los ponentes afirmó magistralmente, en mi opinión, que el problema de conciencia es un problema de verdad.
Podríamos añadir que no se trata de mi verdad, de la moral subjetiva, sino de buscar y encontrar la moralidad objetiva.
Por eso, sin acritud, le diría "cuanto mayor es el predominio de la conciencia recta, tanto más las personas se apartan del arbitrio ciego y se esfuerzan por adaptarse a las normas objetivas de moralidad" (Gaudium et spes, 16).
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