El Consistorio baldeará las calles con 179 camiones cisterna durante la sequía

El Ayuntamiento de Madrid va a usar 179 camiones cisterna con agua no potable para baldear las calles de la ciudad mientras dure la sequía. Ésta es una de las medidas adoptadas por el municipio para intentar reducir el consumo ante el descenso del nivel de los embalses. Las tareas de limpieza darán prioridad a las grandes avenidas frente a las pequeñas vías. Por otra parte, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció ayer que la Comunidad de Madrid entrará probablemente en septiembre en la fase de "escasez severa" de agua.

Narbona presentó un informe actualizado sobre la situación de la sequía en todo el país según el cual la Comunidad de Madrid, aunque todavía se encuentra en fase de alerta de sequía" (fase 0), tiene una alta probabilidad de entrar en fase de "escasez severa" (fase 1) el próximo septiembre. Eso obligaría probablemente al Gobierno de Esperanza Aguirre a decretar restricciones al riego de zonas verdes o al llenado de piscinas, que por el momento se ha resistido a adoptar.

El Ayuntamiento de la capital se ha adelantado a esas medidas, y el pasado jueves presentó un plan destinado a reducir el consumo de agua potable, entre otras cosas empleando agua de depuradora (no potable) en el baldeo de las calles. Ayer, la Concejalía de Medio Ambiente concretó cómo: 179 camiones cisterna cargarán agua reciclada de las depuradoras y con ella limpiarán aceras y calzadas de la ciudad. Una tarea que tiene sus complicaciones, ya que la capital tiene unas 12.600 calles.

Los operarios ya no podrán enchufar las mangueras a las bocas de riego ni a los camiones cisterna cargados con agua potable, sino que tendrán que usar cubas cargadas con agua no potable procedente de las plantas depuradoras. El Ayuntamiento de Madrid sólo ha hecho una excepción en el distrito de Centro, ya que la estrechez de las calles dificulta el paso de camiones para baldear.

Según Medio Ambiente, en estos momentos es imposible precisar con qué frecuencia serán regadas las calles en esta época de sequía, por lo que solicita la colaboración de los ciudadanos a fin de que no ensucien el viario. El Ayuntamiento dará prioridad a las grandes avenidas frente a las vías más pequeñas.

Cada camión cisterna tiene una capacidad de entre los 8.000 y 15.000 litros. Un camión de 12.000 litros, por ejemplo, que riegue entre las siete de la mañana y la una de la tarde, tiene que hacer siete recargas, en cada una de las cuales tarda unos siete minutos.

Para poder hacer frente a la nueva demanda de agua reciclada, el gobierno municipal ha anunciado que potenciará la producción de las estaciones depuradoras, construyendo dársenas para la carga de las cisternas en las de Viveros, La China y Rejas. Además, se levantarán nuevas plantas de agua no potable en el parque del Oeste, con capacidad para 3.500 metros cúbicos; en Entrevías, para 650 metros; en el parque de Roma (Retiro), para 710 metros, y en la Cuña Verde, para 2.000 metros cúbicos.

Motivos de salud

Para compensar la menor frecuencia de baldeo en las calles, se utilizará el sistema de limpieza mixta (con aparatos soplantes y con barredoras mecánicas). En los casos en los que se pueda acumular mucha suciedad o cuando motivos de salud así lo recomienden, podrán realizarse baldeos mixtos (con mangueras conectadas a las bocas de riego o bien con camiones cisterna de agua potable).

Además, el Ayuntamiento ha anunciado que dejará agostar el césped y las plantas de los parques, reduciendo el horario de riego, mientras dure la sequía. Sólo las zonas verdes históricas quedarán al margen de esta restricción.

El plan de ahorro de agua decidido por el equipo de Alberto Ruiz-Gallardón se recoge en un decreto que estará en vigor en la ciudad hasta que lleguen las lluvias. Los objetivos son reducir el consumo de agua potable, utilizar recursos hídricos alternativos y controlar las redes de distribución para evitar fugas.

La sequía está vaciando los embalses. Según el Canal de Isabel II, las reservas son 327 millones de metros cúbicos menores que hace un año (el volumen de agua embalsada es de 490 millones, y los pantanos están al 52% de su capacidad). Y el Instituto Nacional de Meteorología prevé que hasta noviembre no llueva de forma apreciable. El Ayuntamiento pretende reducir un 12% el consumo de agua en los próximos siete años. En 2004, la capital consumió 246 hectómetros cúbicos, casi el 2% más que cuatro años antes, aunque en ese periodo la población creció un 9,69%.